Santiago de Cuba, 28 dic.— Desde Canadá, Francia y Alemania llegan los barcos cada mes hasta el muelle de la Molinera Frank Gaís García con la materia prima que se utiliza en productos derivados del trigo y la soya.
La estabilidad y permanencia de los
productos en mercados ideales y tiendas recaudadoras de divisas en el
territorio santiaguero se debe precisamente al sobrecumplimiento en el
plan de producción del año 2016 en esta fábrica de cereales que pretende aportar, en lo que resta de año, a la Empresa Cubana de Molinería cerca de 4 700 toneladas más de harina de trigo.
Renato Bozata asesor extranjero de la molinera enseña cada día, desde la sala de control, a los nuevos técnicos jóvenes encargados de supervisar el funcionamiento de estas máquinas italianas de última generación que permiten el incremento de la producción de 450 a 620 t de cernido por día.
Gracias a la oportuna labor anirista de trabajadores y colaboradores de esta planta de cereales, se han logrado recuperar máquinas y piezas útiles para la producción, así como ascensores, compresores y el cañón expansor de trigo, que luego de 20 años sin uso, hoy funciona gracias al empeño de los innovadores de la Molinera.
Actualmente se comercializa el trigo expandido en formatos de 200 y 400 gramos, el maíz expandido de 200 gramos, el gofio de 150 gramos, el pinol de 200 gramos y el salvado de trigo con propiedades medicinales.
De esa producción se deriva también el subproducto de soya y trigo encaminados al consumo animal que se comercializa a la empresa porcina y agropecuaria del territorio oriental.
La reparación y construcción de algunas de las principales áreas de trabajo y esparcimiento es otra de las tareas que se desarrollan en la molinera con la intensión de brindar mejor condiciones a los trabajadores.
El sitial histórico Frank País, una sala de historia, la nueva panadería, reparaciones en la cocina comedor para la mejor elaboración de alimentos, la entrada principal de la molinera, bancos y otros espacios son ejemplo de estas acciones constructivas.
Renato Bozata asesor extranjero de la molinera enseña cada día, desde la sala de control, a los nuevos técnicos jóvenes encargados de supervisar el funcionamiento de estas máquinas italianas de última generación que permiten el incremento de la producción de 450 a 620 t de cernido por día.
Gracias a la oportuna labor anirista de trabajadores y colaboradores de esta planta de cereales, se han logrado recuperar máquinas y piezas útiles para la producción, así como ascensores, compresores y el cañón expansor de trigo, que luego de 20 años sin uso, hoy funciona gracias al empeño de los innovadores de la Molinera.
Actualmente se comercializa el trigo expandido en formatos de 200 y 400 gramos, el maíz expandido de 200 gramos, el gofio de 150 gramos, el pinol de 200 gramos y el salvado de trigo con propiedades medicinales.
De esa producción se deriva también el subproducto de soya y trigo encaminados al consumo animal que se comercializa a la empresa porcina y agropecuaria del territorio oriental.
La reparación y construcción de algunas de las principales áreas de trabajo y esparcimiento es otra de las tareas que se desarrollan en la molinera con la intensión de brindar mejor condiciones a los trabajadores.
El sitial histórico Frank País, una sala de historia, la nueva panadería, reparaciones en la cocina comedor para la mejor elaboración de alimentos, la entrada principal de la molinera, bancos y otros espacios son ejemplo de estas acciones constructivas.
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