Por Israel Hernández PlanasSantiago de Cuba, 2 abr.— Como autómatas los trabajadores del Combinado Lácteo de Santiago de Cuba procesan cada producto. Es una coreografía que sólo cesa en periodos cortos para un almuerzo, pero luego la rutina automática sigue. Son escenas reiteradas en todas las fábricas de la provincia.
En este territorio las máquinas
industriales funcionan paralelamente creando un producto final. Pueden
estos equipos ir algunos más rápidos y otros más lentos, algunos incluso
paralizarse, pero las soluciones para su puesta en marcha no se hacen
esperar. Así también pudiéramos definir la economía del territorio.
Pudiera esta contraerse o expandirse pero en el caso de la provincia,
según los indicadores por los que se miden los procesos económicos,
estamos en franco crecimiento. Ello claro está no es fruto de la
casualidad.
Más de trescientos lineamientos de la política económica y social del país fueron aprobados en el 6to Congreso del Partido Comunista de Cuba, un conjunto de guías para enrumbar el desarrollo integral de Cuba. Sin embargo el componente económico es mucho más evidente en los lineamientos porque es el crecimiento de la economía lo único que genera bienes y servicios en demasía para la satisfacción del pueblo. Ello por supuesto ha regido los procesos productivos en Santiago de Cuba desde su implementación inmediata una vez que se dio el último aplauso en el 6to Congreso.
La provincia cerró el pasado 2015 cumpliendo SESENTA Y UN producciones físicas de un total de SETENTA Y UNO. Renglones económicos como la producción local de huevos, galletas de sal, cemento y bloques de hormigón por sólo mencionar algunos, no llegaron a sus planes pactados por causas objetivas y subjetivas analizadas en profundidad en varios espacios.
Aun así hoy se vive en un Santiago diferente pletórico de sitios de consumo y con un encomiable comercio que destaca por encima de otras provincias cubanas.
Con todo ello a esta provincia le falta mucho por cubrir sus potenciales productivos. Todo proceso de revisión es bienvenido y los ajustes para mejorar la economía es el pendiente que viven hoy las empresas del territorio. Por eso todos tienen su vista puesta en el SEPTIMO Congreso del Partido que tendrá lugar del 16 al 18 de abril. Será un momento de introspección para refrendar o corregir aspectos que rigen el desarrollo del país en contextos actuales que demandan de mucho análisis y sobre todo acción.
Será el SEPTIMO Congreso una cita donde se volverán a definir o revisar los destinos económicos de la isla apuntando siempre a políticas encaminadas a la plena satisfacción del pueblo.
Más de trescientos lineamientos de la política económica y social del país fueron aprobados en el 6to Congreso del Partido Comunista de Cuba, un conjunto de guías para enrumbar el desarrollo integral de Cuba. Sin embargo el componente económico es mucho más evidente en los lineamientos porque es el crecimiento de la economía lo único que genera bienes y servicios en demasía para la satisfacción del pueblo. Ello por supuesto ha regido los procesos productivos en Santiago de Cuba desde su implementación inmediata una vez que se dio el último aplauso en el 6to Congreso.
La provincia cerró el pasado 2015 cumpliendo SESENTA Y UN producciones físicas de un total de SETENTA Y UNO. Renglones económicos como la producción local de huevos, galletas de sal, cemento y bloques de hormigón por sólo mencionar algunos, no llegaron a sus planes pactados por causas objetivas y subjetivas analizadas en profundidad en varios espacios.
Aun así hoy se vive en un Santiago diferente pletórico de sitios de consumo y con un encomiable comercio que destaca por encima de otras provincias cubanas.
Con todo ello a esta provincia le falta mucho por cubrir sus potenciales productivos. Todo proceso de revisión es bienvenido y los ajustes para mejorar la economía es el pendiente que viven hoy las empresas del territorio. Por eso todos tienen su vista puesta en el SEPTIMO Congreso del Partido que tendrá lugar del 16 al 18 de abril. Será un momento de introspección para refrendar o corregir aspectos que rigen el desarrollo del país en contextos actuales que demandan de mucho análisis y sobre todo acción.
Será el SEPTIMO Congreso una cita donde se volverán a definir o revisar los destinos económicos de la isla apuntando siempre a políticas encaminadas a la plena satisfacción del pueblo.
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