Por Karina Sotomayor Otero
Santiago de Cuba, 12 mar.— Treinta mujeres se desempeñan en la profesión de la Arquitectura en la Oficina del Conservador de la Ciudad. A propósito de celebrarse mañana 13 el Día del Arquitecto Cubano, cuatro de estas mujeres, cuentan lo especial y complejo de esta labor en una ciudad que se transforma constantemente.
Santiago de Cuba, 12 mar.— Treinta mujeres se desempeñan en la profesión de la Arquitectura en la Oficina del Conservador de la Ciudad. A propósito de celebrarse mañana 13 el Día del Arquitecto Cubano, cuatro de estas mujeres, cuentan lo especial y complejo de esta labor en una ciudad que se transforma constantemente.
En la azotea de la Oficina del
Conservador de la Ciudad cuatro mujeres casi con la misma edad admiran
esa combinación de montañas, mar y arquitectura ecléctica que compone a
esta región. Cuatro mujeres que también comparten la profesión de
construir y reimaginar a Santiago de Cuba.
”Comencé desde muy joven en proyectos muy importantes, pero confieso que una de las aristas que mas me cautiva es el trabajo con los modelos coloniales de la ciudad”, confesó Tania Valdez.
La vista de estas féminas se pierde a los espacios del corredor patrimonial “Las Enramadas”. En su extensión de más de un kilometro se distingue, entre los caminantes, la presencia de las mujeres. Estudiantes, amas de casa, obreras y artistas disfrutan de una ciudad que se luce ante la percepción femenina. Y es que este proyecto reclamó el talento y desvelos de un equipo multidisciplinario integrado en su mayoría por mujeres.
”Mi labor fundamental en todo este tiempo de trabajo en la Oficina ha sido la del corredor de Las Enramadas, desde
2005, trabajé en todas las etapas de su desarrollo. Y fueron fines de semana sin dormir en función de que todo saliera bien”, añadió Ivette Borguez.
A Nancy Giraudi Gómez le apasiona la conservación del patrimonio religioso: ”Santiago de Cuba, en el país, es privilegiado en esta categoría por poseer dos santas basílicas, la Metropolitana de la Iglesia Catedral y la del Cobre. Y eso demanda mucho trabajo, en cada detalle, por la importancia de cada labor de rescate”, afirmó la también fundadora de la Oficina.
Estas mujeres representan el espíritu colectivo de los profesionales de la Oficina del Conservador de la Ciudad. La intervención en la calle Aguilera, asi como en el Cafetal “Fraternidad” y la carretera turística, son algunos de los proyectos de estos imaginarios que celebran cada día los 500 años de la quinta villa fundada en Cuba.
“Soy arquitecta y mi labor es bien compleja y linda, esta ciudad se renueva a diario. Lo que deseamos es complacer al público y hacer de esta ciudad un lugar más bello y que cada estructura sea la correcta. Esta ciudad crece y nosotros también lo hacemos profesionalmente con ella”, comento Gisela Mayo Gómez, Directora del Plan Maestro de la Oficina.
”Comencé desde muy joven en proyectos muy importantes, pero confieso que una de las aristas que mas me cautiva es el trabajo con los modelos coloniales de la ciudad”, confesó Tania Valdez.
La vista de estas féminas se pierde a los espacios del corredor patrimonial “Las Enramadas”. En su extensión de más de un kilometro se distingue, entre los caminantes, la presencia de las mujeres. Estudiantes, amas de casa, obreras y artistas disfrutan de una ciudad que se luce ante la percepción femenina. Y es que este proyecto reclamó el talento y desvelos de un equipo multidisciplinario integrado en su mayoría por mujeres.
”Mi labor fundamental en todo este tiempo de trabajo en la Oficina ha sido la del corredor de Las Enramadas, desde
2005, trabajé en todas las etapas de su desarrollo. Y fueron fines de semana sin dormir en función de que todo saliera bien”, añadió Ivette Borguez.
A Nancy Giraudi Gómez le apasiona la conservación del patrimonio religioso: ”Santiago de Cuba, en el país, es privilegiado en esta categoría por poseer dos santas basílicas, la Metropolitana de la Iglesia Catedral y la del Cobre. Y eso demanda mucho trabajo, en cada detalle, por la importancia de cada labor de rescate”, afirmó la también fundadora de la Oficina.
Estas mujeres representan el espíritu colectivo de los profesionales de la Oficina del Conservador de la Ciudad. La intervención en la calle Aguilera, asi como en el Cafetal “Fraternidad” y la carretera turística, son algunos de los proyectos de estos imaginarios que celebran cada día los 500 años de la quinta villa fundada en Cuba.
“Soy arquitecta y mi labor es bien compleja y linda, esta ciudad se renueva a diario. Lo que deseamos es complacer al público y hacer de esta ciudad un lugar más bello y que cada estructura sea la correcta. Esta ciudad crece y nosotros también lo hacemos profesionalmente con ella”, comento Gisela Mayo Gómez, Directora del Plan Maestro de la Oficina.
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