Santiago de Cuba, 14 feb.— Entregar y recibir amor es, para quienes mantienen su fe en la vida y la ciencia, el regalo y la misión mas importante. Profesores la Universidad de las Ciencias Médicas en Santiago de Cuba, celebraron recientemente junto al estudiantado universitario, el aniversario 54 de la primera docencia de esta disciplina en la provincia oriental, en el salón de los vitrales de la Plaza Mayor General Antonio Maceo.
Palabras y emociones fueron testigos en rostros indispensables en la medicina cubana, allí presentes, junto a las memorias de los años de juventud donde no había espacio para el desánimo o el ocio. Tiempos donde los sueños de convertirse en médicos les costó algunos la distancia de la familia y el trabajo honrado de padres ansiosos de cumplir los sueños de sus hijos.
Hoy los salones de los hospitales Clínico –Quirúrgico y Saturnino Lora cuentan con la presencia de quienes entregan todavía su experiencia, conocimiento y pasión por la medicina, como el profe José Miguel Goderich o la doctora Silvia Justiz, entre otros prestigiosos profesores pertenecientes al grupo las ardillas y los leones; lo que demuestra una vez más la valía y la entereza de la noble profesión de salvar vidas humanas.
Otra vez las enseñanzas de la universidad se multiplican en cada estudiante, cada diagnóstico acertado, cada vida salvada.
El claustro de profesores y estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas, dispersos por diferentes áreas de salud de la provincia , se pronuncian por el ejercicio de una profesión sin fronteras ni discriminaciones y con un alto nivel de preparación científica donde el aprendizaje se vincula diariamente, dentro y fuera de las aulas, con una adecuada atención al paciente , tratamientos eficaces y oportunos.
Mantener un mejor estado de salud de la población santiaguera es un reto que día a día persiste en este ejército de batas blancas, que procura en cada entrega profesional, hacer del amor y vida un mismo interés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario