
Por Adis López González
Santiago
de Cuba, 19 ene.— La amenaza sísmica es un fenómeno natural, por lo
tanto, disminuir las vulnerabilidades en la construcción de
instalaciones y viviendas, posibilita reducir el impacto. Por eso, es
una prioridad para los ingenieros contribuir a la planificación urbana.

Según
estudios del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, se
considera a la región suroriental de la isla como la de mayor riesgo
sísmico de todo el territorio nacional. De ahí que se empleen en
Santiago de Cuba las normas cubanas para

construcciones sismo-resistentes.
Al
realizar el proyecto de una edificación que será ejecutada en la
Capital del Caribe, es necesario tener en cuenta la peligrosidad sísmica
a la que está expuesta esta región. Por eso, desde el diseño
estructural, cada detalle debe cumplirse, según las normas cubanas para
construcciones sismo-resistentes.

Al
conversar con la Ingeniera María Teresa Rodés Dáger, Especialista
Principal de Actividad de Estructura de la Dirección Técnica de la
Empresa de Proyectos número quince (EMPROY 15), explicaba que la
introducción de nuevos sistemas constructivos como forsa, vihcoa y titan
steel, también han requerido de adaptaciones para el cumplimiento de
las

normas
de sismo-resistencia vigentes, entre ellas, la adición de los
arriostres a los edificios vihcoa y la disminución de acero y
reforzamiento en el caso de los forsas, que se adaptaron de trece a
cinco niveles.
Si bien la estética es importante, resulta
imprescindible que se respete el diseño estructural concebido para la
reducción de riesgos y vulnerabilidades, lo que implica asumir con
responsabilidad en la ejecución, cada detalle calculado por los
proyectistas.
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