Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 25 nov.— Hoy se cumplen 59 años de aquella madrugada del 25 de noviembre de MIL 956, cuando desde el puerto del río Tuxpan, en Méjico, zarpó el yate Granma con 82 expedicionarios a bordo para cumplir con el compromiso hecho por el Movimiento 26 de Julio en MIL 956 de ser libres o mártires.
Santiago de Cuba, 25 nov.— Hoy se cumplen 59 años de aquella madrugada del 25 de noviembre de MIL 956, cuando desde el puerto del río Tuxpan, en Méjico, zarpó el yate Granma con 82 expedicionarios a bordo para cumplir con el compromiso hecho por el Movimiento 26 de Julio en MIL 956 de ser libres o mártires.
El Granma era un pequeño yate de recreo
de unos 60 pies de largo, con capacidad para 10 personas y que
perteneció a un norteamericano. La nave no tenía todas las condiciones
para realizar la travesía de MIL 235 millas de Tuxpan a la costa
suroriental cubana y menos para transportar 82 hombres y todo el peso
que suponían los armamentos, proyectiles y vituallas necesarias para el
pequeño ejército revolucionario después del desembarco.
Se calculaba que el Granma realizara esa travesía prevista en cinco días, pero el mal tiempo reinante en el Golfo de Méjico tras la salida de la embarcación, así como otros avatares enfrentados en la trayecto impidieron se cumpliera ese cálculo y la llegada a costa cubana demoró en total siete días.
Pero el mal tiempo no fue el único escollo que tuvo que salvar la expedición del Granma, sino también burlar la vigilancia que había establecido desde principios de noviembre el régimen de Fulgencio Batista alrededor de la isla, tanto naval como aérea, donde contaron además con la colaboración de naves y aviones norteamericanos.
Sin embargo, a pesar de todo el despliegue naval y aéreo del régimen dictatorial y del apoyo norteamericano, el yate Granma pudo realizar su histórica travesía sin que fuera detectado y solo se enteraron de su llegada a la costa suroriental, cuando al amanecer del 2 de diciembre de MIL 956 fue encontrado abandonado en un lugar próximo a la localidad de Niquero en la otrora provincia de Oriente.
Así comenzó a entrar en la historia de Cuba, de América y del mundo, aquella expedición de 82 hombres comandada por Fidel Castro Ruz, que se engrandecieron unos con sus muertes y otros con el heroísmo en la lucha para cumplir la promesa de libertar la patria o morir en el empeño, lo cual se hizo realidad poco más de 26 meses después con el amanecer glorioso del Primero de Enero de MIL 959.
Señala el periodista Armando Fernández Martí que 59 años después de la partida del río Tuxpan en Méjico, el Granma y sus 82 expedicionarios siguen siendo la avanzada del batallar del pueblo cubano por llevar adelante la Revolución y sus conquistas donde ellos son y serán por siempre la vanguardia.
Se calculaba que el Granma realizara esa travesía prevista en cinco días, pero el mal tiempo reinante en el Golfo de Méjico tras la salida de la embarcación, así como otros avatares enfrentados en la trayecto impidieron se cumpliera ese cálculo y la llegada a costa cubana demoró en total siete días.
Pero el mal tiempo no fue el único escollo que tuvo que salvar la expedición del Granma, sino también burlar la vigilancia que había establecido desde principios de noviembre el régimen de Fulgencio Batista alrededor de la isla, tanto naval como aérea, donde contaron además con la colaboración de naves y aviones norteamericanos.
Sin embargo, a pesar de todo el despliegue naval y aéreo del régimen dictatorial y del apoyo norteamericano, el yate Granma pudo realizar su histórica travesía sin que fuera detectado y solo se enteraron de su llegada a la costa suroriental, cuando al amanecer del 2 de diciembre de MIL 956 fue encontrado abandonado en un lugar próximo a la localidad de Niquero en la otrora provincia de Oriente.
Así comenzó a entrar en la historia de Cuba, de América y del mundo, aquella expedición de 82 hombres comandada por Fidel Castro Ruz, que se engrandecieron unos con sus muertes y otros con el heroísmo en la lucha para cumplir la promesa de libertar la patria o morir en el empeño, lo cual se hizo realidad poco más de 26 meses después con el amanecer glorioso del Primero de Enero de MIL 959.
Señala el periodista Armando Fernández Martí que 59 años después de la partida del río Tuxpan en Méjico, el Granma y sus 82 expedicionarios siguen siendo la avanzada del batallar del pueblo cubano por llevar adelante la Revolución y sus conquistas donde ellos son y serán por siempre la vanguardia.
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