Transcurridos
apenas tres meses de su puesta en funcionamiento, la nueva Estación
Intermodal de Viajeros, valorada en dos millones de pesos, distingue
entre las transformaciones que tienen lugar en esta ciudad
Texto y Foto Eduardo Palomares Calderón
Texto y Foto Eduardo Palomares Calderón
Santiago de Cuba, 18 nov.— Tras décadas
habituados a iniciar o concluir sus viajes por otras provincias en la
popularmente llamada Terminal de La Habana, (frente a la Plaza Mayor
General Antonio Maceo), no pocas inquietudes despertó entre los
santiagueros su traslado hacia la Estación Ferroviaria Senén Casas
Regueiro.
Transcurridos apenas tres meses de su puesta en funcionamiento, la nueva Estación Intermodal de Viajeros, valorada en dos millones de pesos, distingue entre las transformaciones que tienen lugar en esta ciudad, como una de las obras al servicio de la población de mayor confort, funcionalidad y operatividad.
“Fueron razones muy objetivas las que conllevaron al cambio de ubicación —explica Víctor Delís Perdomo, jefe de Estación—, pues su cercanía a la plaza imponía ante actos masivos la interrupción del servicio, la proximidad a un semáforo limitaba las maniobras de los ómnibus Yutong, y apenas había espacio para la espera de los viajeros”.
Luego del estudio pertinente, se confió a la Empresa de Proyectos de Villa Clara un diseño similar al de la estación de ómnibus de Santa Clara, cuya ejecución con paneles ligeros estuvo a cargo de una brigada de montaje de esa ciudad y fuerzas de la Empresa de Mantenimiento Constructivo de esta provincia.
Así, la instalación compuesta por un salón climatizado para 100 viajeros con reservaciones en moneda nacional, otro salón igualmente climatizado para 60 personas con reservaciones de Viazul en divisa, y locales socio-administrativos, quedó armoniosamente adaptada a la imponente estructura de la estación ferroviaria.
Igualmente se dispone de un salón de lista de espera con capacidad para 300 personas, cuatro taquillas de ventas de boletines y una de información, cuartos de equipaje, valijas y correos, y un andén de casi 2 000 metros cuadrados capaz de acoger seis ómnibus, totalmente delimitado por su cercado perimetral.
Además de disponer de los servicios de ómnibus interprovinciales y ferrocarriles nacionales dentro de una misma instalación, para facilidades de los viajes fueron vinculadas al lugar cinco rutas de ómnibus urbanos, el apoyo con ómnibus ruteros de transporte escolar y camiones semi-ómnibus, así como una piquera de taxis.
Según informó Delís Perdomo, con el mismo personal de plantilla de la vieja estación, dotados de mejores condiciones ahora diariamente mueven más de 2 500 personas y 5 000 bultos, en más de 60 salidas y llegadas oficiales, viajes extras y carros de tránsito del turismo, transporte escolar y otras entidades.
Culminado el recorrido, resulta evidente la necesidad de mejorar el servicio gastronómico, y la búsqueda lo más rápido posible de una solución para la piquera de camiones y carros ligeros surgida en áreas aledañas, que sin duda afectan la higiene y generan el desorden llamado a combatir por todos.
Transcurridos apenas tres meses de su puesta en funcionamiento, la nueva Estación Intermodal de Viajeros, valorada en dos millones de pesos, distingue entre las transformaciones que tienen lugar en esta ciudad, como una de las obras al servicio de la población de mayor confort, funcionalidad y operatividad.
“Fueron razones muy objetivas las que conllevaron al cambio de ubicación —explica Víctor Delís Perdomo, jefe de Estación—, pues su cercanía a la plaza imponía ante actos masivos la interrupción del servicio, la proximidad a un semáforo limitaba las maniobras de los ómnibus Yutong, y apenas había espacio para la espera de los viajeros”.
Luego del estudio pertinente, se confió a la Empresa de Proyectos de Villa Clara un diseño similar al de la estación de ómnibus de Santa Clara, cuya ejecución con paneles ligeros estuvo a cargo de una brigada de montaje de esa ciudad y fuerzas de la Empresa de Mantenimiento Constructivo de esta provincia.
Así, la instalación compuesta por un salón climatizado para 100 viajeros con reservaciones en moneda nacional, otro salón igualmente climatizado para 60 personas con reservaciones de Viazul en divisa, y locales socio-administrativos, quedó armoniosamente adaptada a la imponente estructura de la estación ferroviaria.
Igualmente se dispone de un salón de lista de espera con capacidad para 300 personas, cuatro taquillas de ventas de boletines y una de información, cuartos de equipaje, valijas y correos, y un andén de casi 2 000 metros cuadrados capaz de acoger seis ómnibus, totalmente delimitado por su cercado perimetral.
Además de disponer de los servicios de ómnibus interprovinciales y ferrocarriles nacionales dentro de una misma instalación, para facilidades de los viajes fueron vinculadas al lugar cinco rutas de ómnibus urbanos, el apoyo con ómnibus ruteros de transporte escolar y camiones semi-ómnibus, así como una piquera de taxis.
Según informó Delís Perdomo, con el mismo personal de plantilla de la vieja estación, dotados de mejores condiciones ahora diariamente mueven más de 2 500 personas y 5 000 bultos, en más de 60 salidas y llegadas oficiales, viajes extras y carros de tránsito del turismo, transporte escolar y otras entidades.
Culminado el recorrido, resulta evidente la necesidad de mejorar el servicio gastronómico, y la búsqueda lo más rápido posible de una solución para la piquera de camiones y carros ligeros surgida en áreas aledañas, que sin duda afectan la higiene y generan el desorden llamado a combatir por todos.
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