Por Noris Rosado Figueredo
Santiago de Cuba, 16 sep.— En el año del bicentenario del natalicio de Mariana Grajales, corresponde a los santiagueros, recordar a uno de sus hijos, bravo y valiente como la familia a la cual perteneció.
Santiago de Cuba, 16 sep.— En el año del bicentenario del natalicio de Mariana Grajales, corresponde a los santiagueros, recordar a uno de sus hijos, bravo y valiente como la familia a la cual perteneció.
Según investigación del Ms. C. Víctor Pullés, especialista del Centro de Estudios Antonio Maceo, Miguel fue bautizado en la Iglesia de San Nicolás Morón.
Con sólo 16 años, marchó a la manigua, luego de iniciada la guerra de 1868. Participó en diferentes acciones combativas y al igual que Mariana y Marcos, y el resto de sus hermanos, dio muestra de valentía y fue muy temerario.
Entre los combates en los cuales participó se registran los de la región de El Cobre, Ti Arriba, Arroyito y otros. Fue considerado un héroe en las acciones de Santa María de Ocujal y Cuatro Caminos de Chaparra.
El 18 de abril de 1974, durante el asalto a Cascorro, cayó mortalmente herido. Tenía 21 de edad y ostentaba el grado de teniente coronel del Ejército Libertador.
Ante su arrojo, no se puede negar, que formó parte de la estirpe de Mariana y de los Maceo, familia que hoy y siempre, será un ejemplo para los cubanos.
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