Por Martha Cabrales Arias
Santiago de Cuba, 29 ago.— Los habitantes de esta provincia oriental esperan entre expectantes y esperanzados ante la posible trayectoria de la tormenta tropical Erika que determinó la fase de alerta ciclónica por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.
Santiago de Cuba, 29 ago.— Los habitantes de esta provincia oriental esperan entre expectantes y esperanzados ante la posible trayectoria de la tormenta tropical Erika que determinó la fase de alerta ciclónica por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.
La escasez de agua debido a la severa
sequía que enfrentan los cubanos y en particular quienes residen en esta
porción geográfica hace que se vea con muy buenos ojos la perspectiva
de lluvias intensas por la cercanía del fenómeno que se desplaza sobre
República Dominicana y Haití.
Con el recuerdo aún latente de la catástrofe ocasionada por el huracán Sandy en octubre del 2012, las autoridades exhortan a la población a adoptar las precauciones que contribuyan a preservar las vidas humanas y los recursos materiales frente al potencial embate de vientos y precipitaciones abundantes.
Con tal objetivo comenzaron reuniones del Consejo de Defensa Provincial, en las cuales se sigue el curso de la situación meteorológica y se toman las decisiones pertinentes bajo el apotegma de que más vale prevenir a tiempo que lamentar males mayores.
La fase de alerta se extiende también a las provincias de Guantánamo, Granma y Holguín, en tanto que la informativa concierne a las de Las Tunas, Camagüey y Ciego de Avila, donde igualmente causa estragos en la vida cotidiana la prolongada ausencia de aguaceros.
Por lo pronto, en esta ciudad las miradas continúan elevándose al cielo y junto a las recomendadas previsiones en hogares y centros laborales el pensamiento invoca al bautismo generoso de Erika.
Con el recuerdo aún latente de la catástrofe ocasionada por el huracán Sandy en octubre del 2012, las autoridades exhortan a la población a adoptar las precauciones que contribuyan a preservar las vidas humanas y los recursos materiales frente al potencial embate de vientos y precipitaciones abundantes.
Con tal objetivo comenzaron reuniones del Consejo de Defensa Provincial, en las cuales se sigue el curso de la situación meteorológica y se toman las decisiones pertinentes bajo el apotegma de que más vale prevenir a tiempo que lamentar males mayores.
La fase de alerta se extiende también a las provincias de Guantánamo, Granma y Holguín, en tanto que la informativa concierne a las de Las Tunas, Camagüey y Ciego de Avila, donde igualmente causa estragos en la vida cotidiana la prolongada ausencia de aguaceros.
Por lo pronto, en esta ciudad las miradas continúan elevándose al cielo y junto a las recomendadas previsiones en hogares y centros laborales el pensamiento invoca al bautismo generoso de Erika.
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