Por Dayron Chang Arranz
Santiago de Cuba, 16 abr.— Desde la primera catedral de Cuba hasta las minas de cobre a cielo abierto más añejas de América Latina, incrustada en la hondonada donde la fundaron esta ciudad siempre es un hallazgo. Por ejemplo el simbólico balcón del Ayuntamiento Municipal, antiguo cabildo de la villa, fue testigo excepcional el primero de enero de 1959 de uno de los hechos que cambiaron la historia cubana. Esos misterios bien guardados de nuestros monumentos lo develaremos en este trabajo.
Santiago de Cuba, 16 abr.— Desde la primera catedral de Cuba hasta las minas de cobre a cielo abierto más añejas de América Latina, incrustada en la hondonada donde la fundaron esta ciudad siempre es un hallazgo. Por ejemplo el simbólico balcón del Ayuntamiento Municipal, antiguo cabildo de la villa, fue testigo excepcional el primero de enero de 1959 de uno de los hechos que cambiaron la historia cubana. Esos misterios bien guardados de nuestros monumentos lo develaremos en este trabajo.
Según la investigadora Ayda Morales, la
urbe cuenta con 48 monumentos nacionales de ellos, 23 en la capital
provincial. Por ello considera es una de las provincias con mayor
cantidad de monumentos en el país, número representativo con el cual se
demuestra además la valía histórica que se atesora en el territorio.
Entre los emplazamientos más relevantes está el Centro Histórico Urbano, uno de los primeros sitios declarado Monumento Nacional en 1978. Este conjunto ocupa el llamado anillo cero compuesto por: la Catedral Primada de Cuba, el centenario Hotel Casagranda, junto al antiguo Club San Carlos donde hoy se edifica el actual Museo santiaguero de Artes Decorativas y la renombrada Galería Oriente. Completando la circunferencia encontramos el Ayuntamiento inaugurado en 1954, la cafetería Plaza de Armas, la Casa más antigua de América Latina y el moderno banco donde antes se situaba el desaparecido Hotel Venus.
A partir de ese momento han sido numerosas las instituciones que han sido declaradas con dicha categoría, asegura Ayda, como puede ser el Seminario San Basilio Magno, que recibió el título en 2003 por sus valores arquitectónicos, históricos y educacionales, los cuales ha conservado este sitio con más de tres siglos de existencia. Es de destacar sus notables vivencias al ser la primera instalación cubana donde se promovió la enseñanza universitaria en la isla.
Cercana a la primera terraza de Santiago de Cuba, igualmente podemos mencionar a la Real Cárcel, institución fundada en el siglo XIX, en la que guardaron prisión importante personalidades, luchadores de la gesta independentista como Perucho Figueredo y luego en la etapa republicana estuvieron los moncadistas, quienes fueron retenidos allí tras el asalto al Cuartel Moncada. Hoy el sitio es el Archivo Histórico Provincial, también con importantes documentos que testifican la cotidianidad de esta tierra caribeña.
El imponente Gobierno Provincial, cerca del entorno, es otro de los emblemáticos edificios que testimonia la huella del eclecticismo en Santiago de Cuba, obra del arquitecto Carlos Segrera Fernández. El lugar fue inaugurado en 1926 y denota las particularidades de la arquitectura republicana. En la misma cuerda, justo enfrente, se sitúa el Museo Emilio Bacardí Moreau, destacado recinto cultural que se considera el primer edificio construido con fines museísticos en Cuba y el cual fue declarado en monumento nacional en 1999.
Sin importar la calle que caminemos por alguna de ellas siempre ha pasado un héroe. Por ejemplo en el actual Consejo Popular Los maceo, se encuentra ubicada la Casa natal del General Antonio, pero si seguimos caminando encontraremos el recinto donde se conservan documentos y objetos del líder clandestino Frank País.
La cultural calle Heredia, también le debe su nombre al cantor del Niágara José María, primer poeta romántico de América Latina nacido en una de las residencias de esta arteria. Mientras la Avenida Los Libertadores es escenario privilegiado de aquel asalto moncadista el 26 de julio de 1953.
Una avenida donde confluyen monumentos
En la la Avenida Los Libertadores se encuentra un conjunto importante de emplazamientos históricos, coincidencia peculiar de la ciudad y del país. No es común que en un perímetro tan cercano confluyan cuatro monumentos nacionales de tanta relevancia. En este caso está la Ciudad Escolar 26 de julio, antiguo Cuartel Reyna Mercedes, luego Cuartel Moncada. Muy cerca se encuentra también el Palacio de Justicia, inaugurado en 1952.
Sus salas también tuvieron un fuerte vínculo con el asalto en la mañana de la Santa Ana. Luego allí mismo se realizaría algunos juicios a los jóvenes asaltantes, con excepción del líder Fidel Castro. Este realizó su alegato La historia me absolverá en la sala de enfermeras del Antiguo Hospital Provincial Saturnino Lora, recinto donde hoy se ubica el conjunto del parque biblioteca museo Abel Santamaría Cuadrado, proclamado monumento en 1998.
Justo enfrente se ubica la Escuela Normal para Maestros de Oriente, ambiente sui generis dentro del conglomerado de edificaciones, surgida a inicios del siglo XX con una marcada influencia de las escuelas norteamericanas y notable por su labor pedagógica pues en sus aulas impartieron conferencias profesores importantes como el dramaturgo Federico García Lorca, quien disertó allí sobre poesía en su visita a la ciudad.
Otro de los monumentos es el Preuniversitario Cuqui Bosh, la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, sitios más alejados que nos van acercando al paisaje asociativo cultural más venerados de Cuba.
Rozando la Sierra Maestra nos encontramos con el Cerro del Cardenillo en el poblado minero de El Cobre. Estas lomas fueron testigo de las primeras sublevaciones de esclavos y dichas memorias de rebeldía se alaban con el Monumento al Cimarrón, visitado cada año durante las jornadas del Festival del Caribe. En otra de las elevaciones nos bendice el Santuario de la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba.
Pero si este entorno es de interés, también lo es el museo a cielo abierto más grande de Santiago. El Cementerio Santa Ifigenia, tiene la peculiaridad de estar declarado monumento nacional en dos ocasiones en 1936 y en 1979.
Este espacio se inauguró en 1868 y desde entonces se han multiplicado sus distinciones históricas, ambientales, arquitectónicas y artísticas resumidas en figuras que allí reposan como Carlos Manuel de Céspedes, Emilio Bacardí, destacados Trovadores a la altura de Compay Segundo y nuestro Héroe Nacional José Martí.
Entre los emplazamientos más relevantes está el Centro Histórico Urbano, uno de los primeros sitios declarado Monumento Nacional en 1978. Este conjunto ocupa el llamado anillo cero compuesto por: la Catedral Primada de Cuba, el centenario Hotel Casagranda, junto al antiguo Club San Carlos donde hoy se edifica el actual Museo santiaguero de Artes Decorativas y la renombrada Galería Oriente. Completando la circunferencia encontramos el Ayuntamiento inaugurado en 1954, la cafetería Plaza de Armas, la Casa más antigua de América Latina y el moderno banco donde antes se situaba el desaparecido Hotel Venus.
A partir de ese momento han sido numerosas las instituciones que han sido declaradas con dicha categoría, asegura Ayda, como puede ser el Seminario San Basilio Magno, que recibió el título en 2003 por sus valores arquitectónicos, históricos y educacionales, los cuales ha conservado este sitio con más de tres siglos de existencia. Es de destacar sus notables vivencias al ser la primera instalación cubana donde se promovió la enseñanza universitaria en la isla.
Cercana a la primera terraza de Santiago de Cuba, igualmente podemos mencionar a la Real Cárcel, institución fundada en el siglo XIX, en la que guardaron prisión importante personalidades, luchadores de la gesta independentista como Perucho Figueredo y luego en la etapa republicana estuvieron los moncadistas, quienes fueron retenidos allí tras el asalto al Cuartel Moncada. Hoy el sitio es el Archivo Histórico Provincial, también con importantes documentos que testifican la cotidianidad de esta tierra caribeña.
El imponente Gobierno Provincial, cerca del entorno, es otro de los emblemáticos edificios que testimonia la huella del eclecticismo en Santiago de Cuba, obra del arquitecto Carlos Segrera Fernández. El lugar fue inaugurado en 1926 y denota las particularidades de la arquitectura republicana. En la misma cuerda, justo enfrente, se sitúa el Museo Emilio Bacardí Moreau, destacado recinto cultural que se considera el primer edificio construido con fines museísticos en Cuba y el cual fue declarado en monumento nacional en 1999.
Sin importar la calle que caminemos por alguna de ellas siempre ha pasado un héroe. Por ejemplo en el actual Consejo Popular Los maceo, se encuentra ubicada la Casa natal del General Antonio, pero si seguimos caminando encontraremos el recinto donde se conservan documentos y objetos del líder clandestino Frank País.
La cultural calle Heredia, también le debe su nombre al cantor del Niágara José María, primer poeta romántico de América Latina nacido en una de las residencias de esta arteria. Mientras la Avenida Los Libertadores es escenario privilegiado de aquel asalto moncadista el 26 de julio de 1953.
Una avenida donde confluyen monumentos
En la la Avenida Los Libertadores se encuentra un conjunto importante de emplazamientos históricos, coincidencia peculiar de la ciudad y del país. No es común que en un perímetro tan cercano confluyan cuatro monumentos nacionales de tanta relevancia. En este caso está la Ciudad Escolar 26 de julio, antiguo Cuartel Reyna Mercedes, luego Cuartel Moncada. Muy cerca se encuentra también el Palacio de Justicia, inaugurado en 1952.
Sus salas también tuvieron un fuerte vínculo con el asalto en la mañana de la Santa Ana. Luego allí mismo se realizaría algunos juicios a los jóvenes asaltantes, con excepción del líder Fidel Castro. Este realizó su alegato La historia me absolverá en la sala de enfermeras del Antiguo Hospital Provincial Saturnino Lora, recinto donde hoy se ubica el conjunto del parque biblioteca museo Abel Santamaría Cuadrado, proclamado monumento en 1998.
Justo enfrente se ubica la Escuela Normal para Maestros de Oriente, ambiente sui generis dentro del conglomerado de edificaciones, surgida a inicios del siglo XX con una marcada influencia de las escuelas norteamericanas y notable por su labor pedagógica pues en sus aulas impartieron conferencias profesores importantes como el dramaturgo Federico García Lorca, quien disertó allí sobre poesía en su visita a la ciudad.
Otro de los monumentos es el Preuniversitario Cuqui Bosh, la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, sitios más alejados que nos van acercando al paisaje asociativo cultural más venerados de Cuba.
Rozando la Sierra Maestra nos encontramos con el Cerro del Cardenillo en el poblado minero de El Cobre. Estas lomas fueron testigo de las primeras sublevaciones de esclavos y dichas memorias de rebeldía se alaban con el Monumento al Cimarrón, visitado cada año durante las jornadas del Festival del Caribe. En otra de las elevaciones nos bendice el Santuario de la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba.
Pero si este entorno es de interés, también lo es el museo a cielo abierto más grande de Santiago. El Cementerio Santa Ifigenia, tiene la peculiaridad de estar declarado monumento nacional en dos ocasiones en 1936 y en 1979.
Este espacio se inauguró en 1868 y desde entonces se han multiplicado sus distinciones históricas, ambientales, arquitectónicas y artísticas resumidas en figuras que allí reposan como Carlos Manuel de Céspedes, Emilio Bacardí, destacados Trovadores a la altura de Compay Segundo y nuestro Héroe Nacional José Martí.
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