Por Rosalina Tamayo Arañó
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 10 mar.— Enelio Vaillant Rodríguez y Niurys Turcás Planche llevan casados 20 años. Además del amor que se profesan y la familia que han construido juntos, los une el magisterio.
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 10 mar.— Enelio Vaillant Rodríguez y Niurys Turcás Planche llevan casados 20 años. Además del amor que se profesan y la familia que han construido juntos, los une el magisterio.
Ella es profesora de Español-Literatura
de 12 grado del Intituto Pre Universitario Ramón Campa Delgado y él es
Metodólogo de Matemáticas en la enseñanza preuniversitaria.
Según sus propias palabras, su casa después de las 6 de la tarde se convierte en una escuela. Su hija Daniela cursa el duodécimo grado y cada día repasa con un grupo de compañeros de aula fundamentalmente Matemática que es la asignatura más difícil para enfrentar la prueba de ingreso a la educación superior.
Mientras Enelio explica los pasos a seguir para resolver los ejercicios y problemas, Niurys desde la cocina les insiste en que lean nuevamente cuando se percata de que no han interpretado bien y les precisa la ortografía de las palabras.
Me cuentan que todos en la casa tienen su propio librero, hasta Enelito que está en 5to grado. Los niños del barrio constantemente solicitan diccionarios, información para realizar trabajos prácticos y explicaciones de cualquiera de las asignaturas para realizar sus tareas. Por eso los vecinos le dicen "la casa de los maestros".
La profe me dice que ella creció escuchando las historias de la "Señorita Panchita", que fue la maestra de su mamá, quien le contaba que todo el pueblo la veneraba porque era exigente y tierna, entonces con una sonrisa que le ilumina el rostro y una pasión que le da veracidad a sus palabras me dice: "yo vivo enamorada de mis alumnos cada curso, me encanta mi profesión".
Al provocar a Enelio preguntándole si no ha existido pugna en la defensa de sus respectivas asignaturas confiesa: "al principio de la relación yo me creía superior por ser matemático, pero ella me enseñó a leer y disfrutar otra literatura que no fuera científica y que es tan difícil resolver una ecuación, como comprender una novela. Reconoce que su esposa tiene excelentes habilidades de cálculo especialmente para sacar cuentas sobre logística familiar.
Como buenos pedagogos también inculcan valores en sus hijos que ven como el padre prepara a diario el baño a su novia, como le gusta decirle a Niurys, se comparten las actividades del hogar, comen en familia como ritual imprescindible, todos ayudan a lavar los domingos, disfrutan la televisión y analizan los programas respetando el punto de vista de cada uno y Niurys no se duermen sin leer algún fragmento de un libro.
Según sus propias palabras, su casa después de las 6 de la tarde se convierte en una escuela. Su hija Daniela cursa el duodécimo grado y cada día repasa con un grupo de compañeros de aula fundamentalmente Matemática que es la asignatura más difícil para enfrentar la prueba de ingreso a la educación superior.
Mientras Enelio explica los pasos a seguir para resolver los ejercicios y problemas, Niurys desde la cocina les insiste en que lean nuevamente cuando se percata de que no han interpretado bien y les precisa la ortografía de las palabras.
Me cuentan que todos en la casa tienen su propio librero, hasta Enelito que está en 5to grado. Los niños del barrio constantemente solicitan diccionarios, información para realizar trabajos prácticos y explicaciones de cualquiera de las asignaturas para realizar sus tareas. Por eso los vecinos le dicen "la casa de los maestros".
La profe me dice que ella creció escuchando las historias de la "Señorita Panchita", que fue la maestra de su mamá, quien le contaba que todo el pueblo la veneraba porque era exigente y tierna, entonces con una sonrisa que le ilumina el rostro y una pasión que le da veracidad a sus palabras me dice: "yo vivo enamorada de mis alumnos cada curso, me encanta mi profesión".
Al provocar a Enelio preguntándole si no ha existido pugna en la defensa de sus respectivas asignaturas confiesa: "al principio de la relación yo me creía superior por ser matemático, pero ella me enseñó a leer y disfrutar otra literatura que no fuera científica y que es tan difícil resolver una ecuación, como comprender una novela. Reconoce que su esposa tiene excelentes habilidades de cálculo especialmente para sacar cuentas sobre logística familiar.
Como buenos pedagogos también inculcan valores en sus hijos que ven como el padre prepara a diario el baño a su novia, como le gusta decirle a Niurys, se comparten las actividades del hogar, comen en familia como ritual imprescindible, todos ayudan a lavar los domingos, disfrutan la televisión y analizan los programas respetando el punto de vista de cada uno y Niurys no se duermen sin leer algún fragmento de un libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario