Texto y Foto Kenia Tabares RoblesSantiago de Cuba, 17 feb.— Cuando la otrora villa cumpla medio milenio de existencia, el próximo 25 de julio, la ciudad de Santiago de Cuba reflejará un cambio sustancial. Desde el pasado año un amplio movimiento de trabajadores de los servicios comunales, emprende labores de embellecimiento de las áreas verdes, mobiliario urbano y principales arterias del territorio.
El movimiento “Por una ciudad más bella,
higiénica, ordenada y disciplinada”, ejecuta acciones de construcción,
como es el caso de la Avenida Juan Gualberto Gómez-Flor Crombet, una de
las obras más significativas del territorio. La vía ocupará el trayecto
desde la Plaza de la Revolución hasta el Cementerio Santa Ifigenia.
Tras un proyecto bien diseñado, están las manos y deseos de muchas mujeres y hombres que cada día dejan allí, energías y sudor. Pero lo más importante es que el resultado del esfuerzo ya es visible, en el primer tramo del vial.
Actualmente laboran en la culminación de los tres parques del tramo, con pintura, colocación de bancos, pulido de los pisos y siembra de plantas ornamentales.
Para esta última actividad se tiene en cuenta que sean especies resistentes, que den sombra, pero que a largo plazo no afecten las aceras. De modo que el framboyán amarillo, el almendro, y las palmáceas sean las variedades plantadas.
Cambio de lámparas, ubicación de cestos, mantenimiento de parques y espacios públicos como Ferreiro, 18 Plantas, el Parque del Amor y la Avenida Céspedes, ilustran el impacto del movimiento.
El cambio de imagen de las principales arterias del territorio, es otra de las acciones del movimiento. La fórmula que siguen es no dejar nada para el final, y mantener lo logrado hasta el momento.
Tras un proyecto bien diseñado, están las manos y deseos de muchas mujeres y hombres que cada día dejan allí, energías y sudor. Pero lo más importante es que el resultado del esfuerzo ya es visible, en el primer tramo del vial.
Actualmente laboran en la culminación de los tres parques del tramo, con pintura, colocación de bancos, pulido de los pisos y siembra de plantas ornamentales.
Para esta última actividad se tiene en cuenta que sean especies resistentes, que den sombra, pero que a largo plazo no afecten las aceras. De modo que el framboyán amarillo, el almendro, y las palmáceas sean las variedades plantadas.
Cambio de lámparas, ubicación de cestos, mantenimiento de parques y espacios públicos como Ferreiro, 18 Plantas, el Parque del Amor y la Avenida Céspedes, ilustran el impacto del movimiento.
El cambio de imagen de las principales arterias del territorio, es otra de las acciones del movimiento. La fórmula que siguen es no dejar nada para el final, y mantener lo logrado hasta el momento.
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