Por Yulia Nela González BazánSantiago de Cuba, 17 feb.— Como periodista y escritor sus primeras crónicas datan de 1950 cuando realizó un recorrido por varias provincias del norte de Argentina.
Desde 1950 colabora sistemáticamente con
varias publicaciones periódicas cubanas y además escribe para algunas
revistas de otros países de Latinoamérica. Entre ellas la brasileña “O
Cruzeiro” donde publica una serie de tres artículos en los que se
analiza el surgimiento y desarrollo de la Revolución Cubana.
Contribuyó a la creación de importantes medios como la revista “Verde Olivo” de la que fue un colaborador muy activo.
Aquí publica crónicas de su recorrido por Asia y el Norte de África (1959),; comentarios de actualidad en la sección “Sin balas en el directo”, bajo el seudónimo de “El Francotirador”; una sección titulada “Consejos al combatiente” y trabajos de práctica guerrillera.
También contribuye a la fundación de la Agencia Latinoamericana de Noticias “Prensa Latina”.
Alrededor de 1961 escribió una serie de relatos sobre anotaciones hechas en su diario durante la lucha de liberación en Cuba, los que publicó también en el órgano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias “Verde Olivo”. Luego esos mismos relatos son reunidos en el libro “Pasajes de la guerra Revolucionaria”.
Uno de sus trabajos de mayor relevancia fue el ensayo “El socialismo y el hombre en Cuba”, donde destaca el valor del hombre en la Revolución.
Tanto en publicaciones cubanas como extranjeras publicó artículos sobre temas económicos, filosóficos y sociales; y acerca de las características originales del proceso cubano y su relación con otros procesos socialistas.
También en 1965 cuando dio su contribución en la lucha revolucionaria en el Congo y en Bolivia, el Che plasmó sus
ivencias y valoraciones sobre los acontecimientos y los hombres que lo acompañaban, así como de las personas con las que se relacionaban. Un ejemplo es el conocido Diario del Che en Bolivia.
Entre su últimos escritos están el ensayo “Mensaje a los pueblos del mundo” publicado en 1967 en la revista Tricontinental. En él hace un análisis de la trascendencia de la lucha de liberación de los pueblos y reitera su decisión de seguir contribuyendo al desarrollo de la misma. De esta forma da muestras una vez más de sus convicciones, su entereza como revolucionario y su fe en el hombre futuro.
Contribuyó a la creación de importantes medios como la revista “Verde Olivo” de la que fue un colaborador muy activo.
Aquí publica crónicas de su recorrido por Asia y el Norte de África (1959),; comentarios de actualidad en la sección “Sin balas en el directo”, bajo el seudónimo de “El Francotirador”; una sección titulada “Consejos al combatiente” y trabajos de práctica guerrillera.
También contribuye a la fundación de la Agencia Latinoamericana de Noticias “Prensa Latina”.
Alrededor de 1961 escribió una serie de relatos sobre anotaciones hechas en su diario durante la lucha de liberación en Cuba, los que publicó también en el órgano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias “Verde Olivo”. Luego esos mismos relatos son reunidos en el libro “Pasajes de la guerra Revolucionaria”.
Uno de sus trabajos de mayor relevancia fue el ensayo “El socialismo y el hombre en Cuba”, donde destaca el valor del hombre en la Revolución.
Tanto en publicaciones cubanas como extranjeras publicó artículos sobre temas económicos, filosóficos y sociales; y acerca de las características originales del proceso cubano y su relación con otros procesos socialistas.
También en 1965 cuando dio su contribución en la lucha revolucionaria en el Congo y en Bolivia, el Che plasmó sus
ivencias y valoraciones sobre los acontecimientos y los hombres que lo acompañaban, así como de las personas con las que se relacionaban. Un ejemplo es el conocido Diario del Che en Bolivia.
Entre su últimos escritos están el ensayo “Mensaje a los pueblos del mundo” publicado en 1967 en la revista Tricontinental. En él hace un análisis de la trascendencia de la lucha de liberación de los pueblos y reitera su decisión de seguir contribuyendo al desarrollo de la misma. De esta forma da muestras una vez más de sus convicciones, su entereza como revolucionario y su fe en el hombre futuro.
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