Por Armando Fernández Marti
Santiago de Cuba, 15 ene.— En una fecha como la de hoy 15 de enero, pero del año 1842, nació en la ciudad de Santiago de Cuba, Pablo Lafargue, médico, filósofo e ideólogo socialista, quien llegó a convertirse en uno de los más inteligentes y fieles colaboradores de Carlos Marx además de su yerno, al contraer matrimonio con Laura, una de las hijas del ilustre pensador revolucionario.
Santiago de Cuba, 15 ene.— En una fecha como la de hoy 15 de enero, pero del año 1842, nació en la ciudad de Santiago de Cuba, Pablo Lafargue, médico, filósofo e ideólogo socialista, quien llegó a convertirse en uno de los más inteligentes y fieles colaboradores de Carlos Marx además de su yerno, al contraer matrimonio con Laura, una de las hijas del ilustre pensador revolucionario.
Lafargue era hijo de un judío francés y
una mulata haitiana que escaparon de Haití, isla vecina a Cuba, al
desatarse allí una revolución anticolonialista, asentándose en la región
de Santiago de Cuba donde se dedicaron al negocio de café, aunque
posteriormente la familia se trasladó a Francia.
Pablo aprendió sus primeras letras en Cuba, pero fue residiendo en el país galo donde el joven matriculó en la Facultad de Medicina de la Universidad de París. Sin embargo, al regresar de un congreso estudiantil en Bélgica, al joven no se le permitió continuar sus estudios superiores en centros franceses, por lo que tuvo que marchar a Londres donde se graduó como médico.
En Londres, Lafargue se convirtió en asiduo visitante de la casa de Carlos Marx, quien en una misiva a su amigo Federico Engels le cuenta: “El muchacho comenzó a encariñarse conmigo, pero pronto traspasó el cariño del padre a la hija”, se trataba de Laura Marx, con la cual el joven cubano formalizó relaciones en 1866.
Carlos Marx, además de un yerno encontró en Lafargue un eficaz e inteligente colaborador que interpretó a cabalidad su obra, convirtiéndose además en el primer diputado socialista en el parlamento francés.
Lafargue fue también autor de importantes libros como el Derecho a la Pobreza, uno de los más difundidos de la literatura socialista, superado sólo en ese aspecto por esa gran obra revolucionaria de Carlos Marx y Federico Engels que es el Manifiesto Comunista.
Pablo Lafargue y Laura Marx acordaron mutuamente suicidarse cuando lo considerasen oportuno, por lo que el 25 de noviembre de 1911 tras regresar a casa después de pasar una placentera tarde en un cine de Paris, ambos se quitaron la vida estando en plenitud de facultades físicas y mentales. El cubano tenía entonces 69 años de edad.
En el cementerio parisiense, donde fueron sepultados, usaron de la palabra ante su tumba varias personalidades relevantes, entre ellas, Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, quien años después sería el creador del primer estado de obreros y campesinos del mundo: La Unión Soviética.
Pablo aprendió sus primeras letras en Cuba, pero fue residiendo en el país galo donde el joven matriculó en la Facultad de Medicina de la Universidad de París. Sin embargo, al regresar de un congreso estudiantil en Bélgica, al joven no se le permitió continuar sus estudios superiores en centros franceses, por lo que tuvo que marchar a Londres donde se graduó como médico.
En Londres, Lafargue se convirtió en asiduo visitante de la casa de Carlos Marx, quien en una misiva a su amigo Federico Engels le cuenta: “El muchacho comenzó a encariñarse conmigo, pero pronto traspasó el cariño del padre a la hija”, se trataba de Laura Marx, con la cual el joven cubano formalizó relaciones en 1866.
Carlos Marx, además de un yerno encontró en Lafargue un eficaz e inteligente colaborador que interpretó a cabalidad su obra, convirtiéndose además en el primer diputado socialista en el parlamento francés.
Lafargue fue también autor de importantes libros como el Derecho a la Pobreza, uno de los más difundidos de la literatura socialista, superado sólo en ese aspecto por esa gran obra revolucionaria de Carlos Marx y Federico Engels que es el Manifiesto Comunista.
Pablo Lafargue y Laura Marx acordaron mutuamente suicidarse cuando lo considerasen oportuno, por lo que el 25 de noviembre de 1911 tras regresar a casa después de pasar una placentera tarde en un cine de Paris, ambos se quitaron la vida estando en plenitud de facultades físicas y mentales. El cubano tenía entonces 69 años de edad.
En el cementerio parisiense, donde fueron sepultados, usaron de la palabra ante su tumba varias personalidades relevantes, entre ellas, Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, quien años después sería el creador del primer estado de obreros y campesinos del mundo: La Unión Soviética.
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