Por Margarita Piedra Cesar
Santiago de Cuba, 22 nov.— Al amanecer de una fecha como la de hoy, 22 de noviembre, hace 55 años, más de cinco mil manzanilleros se trasladaban hasta el Caney de las Mercedes, para participar allí en la construcción de un centro escolar que posibilitaría que 20 MIL niños de la Sierra Maestra recibieran en él, el pan de la enseñanza.
Santiago de Cuba, 22 nov.— Al amanecer de una fecha como la de hoy, 22 de noviembre, hace 55 años, más de cinco mil manzanilleros se trasladaban hasta el Caney de las Mercedes, para participar allí en la construcción de un centro escolar que posibilitaría que 20 MIL niños de la Sierra Maestra recibieran en él, el pan de la enseñanza.
En esta jornada participaría junto a
obreros, campesinos y estudiantes el principal gestor de esta idea: el
Comandante Ernesto Che Guevara, quien al darles la bienvenida a los
manzanilleros les expresó: “Hoy juntos, con el Ejército Rebelde, vamos a
ayudar a construir una nueva Cuba”
Nacía así en nuestro país, el trabajo voluntario, fruto de la conciencia popular y expresión genuina de una actitud comunista ante el trabajo.
A partir de ese momento, el Che acudiría todos los domingos a esa jornada productiva, hasta que el 26 de julio de MIL 960 fuera inaugurada su primera fase.
Con profunda confianza en la clase obrera, en cualquiera de los cargos que el Comandante Guevara ocupó, siempre se le vio al frente en los trabajos voluntarios, en las zafras azucareras, cortando caña, en las industrias, en las construcciones de obras económicas importantes, en la carga y descarga de los puertos y otras.
Su ejemplo se extendió pronto y el Trabajo Voluntario vino a constituir un eslabón importante en la toma de la conciencia de los trabajadores y el pueblo, para contribuir de forma desinteresada al desarrollo de la Revolución, tal y como lo ha demostrado la práctica en estos 55 años, donde siempre ha estado presente el recuerdo del Che.
Nacía así en nuestro país, el trabajo voluntario, fruto de la conciencia popular y expresión genuina de una actitud comunista ante el trabajo.
A partir de ese momento, el Che acudiría todos los domingos a esa jornada productiva, hasta que el 26 de julio de MIL 960 fuera inaugurada su primera fase.
Con profunda confianza en la clase obrera, en cualquiera de los cargos que el Comandante Guevara ocupó, siempre se le vio al frente en los trabajos voluntarios, en las zafras azucareras, cortando caña, en las industrias, en las construcciones de obras económicas importantes, en la carga y descarga de los puertos y otras.
Su ejemplo se extendió pronto y el Trabajo Voluntario vino a constituir un eslabón importante en la toma de la conciencia de los trabajadores y el pueblo, para contribuir de forma desinteresada al desarrollo de la Revolución, tal y como lo ha demostrado la práctica en estos 55 años, donde siempre ha estado presente el recuerdo del Che.
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