Por Rosalina Tamayo Arañó
En estos tiempos que corren se hace
imprescindible que la familia juegue el rol que le corresponde en la
educación y cuidado de los hijos. Con satisfacción vemos como los padres
participan de manera más activa en todos los momentos y etapa de la
vida de sus hijos.
He querido escribir este trabajo porque hace unos días estuve ingresa con mi hija de10 años en el Hospital General de Palma Soriano y con agrado veía que en la sala en que estábamos había 3 padres y un abuelo cuidado a sus crios de diferentes edades. Al indagar con las enfermeras me dicen que antes no permitían a los hombres como acompañantes, pero felizmente esta indicación fue derogada.
Coincido con los galenos que las madres conocen bien a sus hijos y que son las ideales para cuidarlos cuando están enfermos, pero también es justo que los padres puedan hacerlo pensando en aquello de maternidad y paternidad responsable de lo que se habla tanto fundamentalmente cuando las mujeres están embarazadas.
Son muchas las razones para que papá cuide a su bebe en el hospital. Madres que tienen otros hijos pequeños en casa que precisan de sus cuidados. Cuando las estancias son prolongadas necesitan un descanso, si recordamos que pasan los días y las noches en un balance velando la recuperación de su pequeño.
Yo estaba acompañando a mi Liz, pero el espíritu reporteril que nos caracteriza a los que amamos esta profesión, me hizo indagar en otras salas y aparecieron más padres cuidando a sus hijos. En sala H me recibió con una afable sonrisa Misael Bonilla Rizo un hombre corpulento que casi no cabía en la bata que obligatoriamente debe usar allí, cuando le comento el objetivo de mi trabajo muy dispuesto permitió que le tomara la foto y me contó que tiene 5 hijos, que Ángel Bonilla Pérez de un año es el más pequeño y para él era una gran satisfacción cuidarlo, porque la madre está embarazada y debía descansar, así protegía al otro descendiente que venía en camino.
Ilena Vidal Cutiño una madre acompañante me dice periodista hay que ver lo bien que manipula al niño, lo cambia, lo baña y le da la comida.
Descubrí también a Liosmandi Zamora Medina de cuatro años que pintaba acostado en su cuna bajo la mirada cómplice de su padre Armado Zamora Oliva, que lo estaba acompañando porque la madre del niño es estudiante de medicina y tenía una prueba importante. Al indagar con las enfermeras todas coincidieron en que los niños se portan mejor con los padres… Esta es una prueba que la responsabilidad compartida de ambos padres es una forma de acercarse y conocer más a los hijos.
Para ser honestos este trabajo pudiera haberlo escrito 3 años atrás cuando nació mi hijo Samuel David Guerrero Tamayo, en el Hospital Clínico quirúrgico de Santiago de Cuba en la sala de las mujeres cesaréadas uno de los días de mi estancia allí coincidieron 5 padres cuidando a madres y bebes. Había un cuenta propistas, un policía, un periodista, un chofer y un médico.
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