Por Kenia Tabares Robles/Foto José Vladimir Pérez
Según la literatura científica, 500 años antes de nuestra era ya se hablaba de hervir el agua para desinfectarla, debido a que esta sustancia es uno de los principales transmisores de microorganismos causantes de enfermedades, principalmente bacterias, virus y protozoos intestinales. Por eso, la Asamblea General de Naciones Unidas, aprobó el 28 de julio de 2010, una resolución que reconoce al agua potable y a su saneamiento básico como derecho humano esencial, para el pleno disfrute de la vida.
En nuestro país se trabaja con énfasis en el mejoramiento de los indicadores que evalúan la calidad del servicio de abasto de agua. Y se priorizan los que aseguran su sostenibilidad, como son: mantener una elevada cobertura de acceso al agua potable, mantener su calidad sanitaria, y ampliar el tratamiento a todos los sistemas de abasto.
En la provincia de Santiago de Cuba el Sistema de Distribución de Agua de mayor alcance es Quintero. El Sistema de Distribución Quintero, se abastece de los embalses del Complejo del Noroeste, conformado por las presas Carlos Manuel de Céspedes, Gilbert, Gota Blanca, Charco Mono y Chalons. Este acueducto cuenta con dos Plantas Potabilizadoras: Quintero 1 y Quintero 2, con capacidades de procesamiento de mil 500 y 900 litros por segundo, respectivamente. Teniendo en cuenta sus décadas explotación, en el año 2010 fueron rehabilitadas para mejorar su eficiencia, y hacer un óptimo uso de su tecnología.
El Sistema de Distribución Quintero, abastece aproximadamente a más 395 mil habitantes, los cuales representan más de 80 por ciento de la población total de la ciudad de Santiago de Cuba. También abastece industrias y centros asistenciales importantes de la urbe, entre los que se destacan siete hospitales, el puerto Guillermón Moncada, las principales redes comerciales de la ciudad, centros educacionales y la red de hoteles como el Hotel Santiago, Las Américas y el Casa Granda.
La potabilización del agua es un proceso bonito, complejo y a la vez costoso, no sólo por el mesurado trabajo que requiere, sino porque necesita de una tecnología sostenible. Los procesos de potabilización son muy variados, y van desde una simple desinfección, para eliminar los patógenos, hasta la aplicación de ozono. En el Sistema de Distribución Quintero el proceso es manual y semiautomatizado y los productos químicos que se utilizan son: el cloro, el Sulfato de aluminio, y el Hidrato de cal.
Uno de los procesos más curiosos de la potabilización del agua, es la sedimentación. Esta se logra disminuyendo la velocidad del agua o manteniéndola en reposo. En esas condiciones las partículas inician un movimiento descendente con una velocidad que depende de su tamaño, forma y peso, así como de la densidad y viscosidad del medio.
El grado de eliminación de esas materias depende de la duración del periodo de detención que se fija de acuerdo al tipo y tamaño de las partículas en suspensión.
El acceso al agua potable y su saneamiento en nuestra provincia son adecuados, e impactan positivamente en el mejoramiento de la calidad y seguridad de la vida humana.
Así lo confirmó en entrevista Tamara Titado Fernández, Ingeniera Química de la Empresa Aguas Santiago.
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