Por Mariano Aldana VillalónSantiago de Cuba, 18 de ago.— Los agrícolas santiagueros nos tienen acostumbrados a buenas noticias. Ahora, para seguir con esa esa tradición, pudiéramos llamarla así, se proponen superar entre 5 y 7 por ciento el programa de siembra ejecutado el pasado año.
Para que se tenga una idea clara del
esfuerzo que demandará esa proyección de trabajo, baste señalar que en
la campaña de siembra de primavera se llegó a las 47 mil hectáreas de
unas 36 mil, lo que indica que se marcha con seguridad para lograr la
meta anunciada.
Aún se sigue sembrando por lo que esa cifra pudiera aumentar considerablemente al cierre de este mes y con ello entregarle un buen ritmo de ejecución a septiembre –aquí se inicia la campaña de frío- y con ello poder concretar el plan al cierre de febrero.
No es un secreto para nadie que lo que se consiga en la etapa septiembre-febrero del 2015, se garantiza los niveles de alimentos comprometidos para el próximo año. De ahí que habrá que sembrar con calidad para buscar buena germinación y por ende población en el empeño de incrementar los rendimientos agrícolas.
Tocan a los polos productivos de "Laguna Blanca", "el alambre" y "Los Reynaldo" poner en tensión todos los recursos humanos y técnicos para enfrentar la preparación de tierra para aprovechar las bondades de la naturaleza.
Indiscutiblemente, ese propósito demandará explotar con mucha eficiencia los sistemas de riego para que las plantaciones que así lo requieran reciban el agua con los principales nutrientes.
Es bueno significar que los aportes que hará, igualmente, la Agricultura Urbana y Suburbana, permitirá llevar un mejor balance alimenticio –viandas, granos y hortalizas- a la mesa del santiaguero.
Dejemos, entonces, correr el tiempo para evaluar en el terreno esa voluntad de los santiagueros de producir cada día más alimentos. No tengo la menor duda, que dentro de algunos meses seremos testigos de una buena y agradable noticia.
Aún se sigue sembrando por lo que esa cifra pudiera aumentar considerablemente al cierre de este mes y con ello entregarle un buen ritmo de ejecución a septiembre –aquí se inicia la campaña de frío- y con ello poder concretar el plan al cierre de febrero.
No es un secreto para nadie que lo que se consiga en la etapa septiembre-febrero del 2015, se garantiza los niveles de alimentos comprometidos para el próximo año. De ahí que habrá que sembrar con calidad para buscar buena germinación y por ende población en el empeño de incrementar los rendimientos agrícolas.
Tocan a los polos productivos de "Laguna Blanca", "el alambre" y "Los Reynaldo" poner en tensión todos los recursos humanos y técnicos para enfrentar la preparación de tierra para aprovechar las bondades de la naturaleza.
Indiscutiblemente, ese propósito demandará explotar con mucha eficiencia los sistemas de riego para que las plantaciones que así lo requieran reciban el agua con los principales nutrientes.
Es bueno significar que los aportes que hará, igualmente, la Agricultura Urbana y Suburbana, permitirá llevar un mejor balance alimenticio –viandas, granos y hortalizas- a la mesa del santiaguero.
Dejemos, entonces, correr el tiempo para evaluar en el terreno esa voluntad de los santiagueros de producir cada día más alimentos. No tengo la menor duda, que dentro de algunos meses seremos testigos de una buena y agradable noticia.
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