Por Yulia Nela González Bazán
"La peña del menú" irrumpió hace 4 años en el singular y convulso espectro cultural santiaguero, como un espacio ameno, para le disfrute en familia y entre amigos, donde el público asistente tiene la oportunidad de seleccionar de un variado menú las canciones que desea escuchar, e incluso tiene la opción de sugerir temas no incluidos aquí.
Quizás sea esta acertada idea, unida a
la calidad de su anfitrión José Aquiles Virreyes y las particularidades
de cada uno de sus invitados, lo que ha logrado que este espacio se
mantenga en la preferencia del público santiaguero."La peña del menú" irrumpió hace 4 años en el singular y convulso espectro cultural santiaguero, como un espacio ameno, para le disfrute en familia y entre amigos, donde el público asistente tiene la oportunidad de seleccionar de un variado menú las canciones que desea escuchar, e incluso tiene la opción de sugerir temas no incluidos aquí.
Para que se tenga una idea el invitado especial de este mes de junio fue el mayor jonronero de la pelota cubana Orestes Kindelán olivares, gloria del béisbol revolucionario, quien compartió con los presentes detalles sobre su vida como atleta y como ser humano.
Con modestia, virtud que lo ha caracterizadfo siempre, habló narró que al tomar un turno al bate siempre lo acompañó la convicción de que sí podía y que su mayor fortaleza estaba y estará siempre en su gran corazón.
Kindelán también develó el cómo se hizo del número 46, explicando que sus inicios de peloteros fueron con el número 10 y al comenzar a jugar en los equipos nacionales tuvo que tomar otro número y escogió precisamente ese, desconocodo, pero que estaba seguro lo acompañañía toda la vida y entraría en la historia del beisbol cubano y universal junto a su nombre.
La peña del menú también dedicó un aparte a congratular a los nominados y los ganadores en la reciente edición de Cubadisco.
Y aquí estuvo otra de las sorpresas pues la peña se despidió con Orestes Kindelán cantando junto a los muchachos del sepeteto Ecos del Tivolí.
Lo cierto es que cada primer sábado del mes los amantes de la buena música y el diálogo agradable y enriquecedor tratan de hacer un espacio en sus vidas para llegarse hasta el centro cultural Francisco Prat Puig, muy cercano al parque céspedes, y disfrutar de la Peña del menú.
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