Por Margarita Piedra Cesar
Puede decirse que un día como hoy 16 de junio, pero
de 1998, hacer 16 años, comenzó a gestarse una de las mayores infamias
que ha conocido el mundo en los últimos tiempos y que puso de manifiesto
en toda su dimensión la naturaleza traidora y engañosa del imperialismo
norteamericano, a semejanza del águila depredadora que le simboliza.
En esta fecha, el Departamento de
Seguridad del Estado Cubano entregó al Buró Federal de Investigaciones
(FBI) de Estados Unidos, un detallado informe de 230 páginas acerca de
los planes terroristas elaborados y ejecutados por organizaciones
contrarrevolucionarias que operaban contra Cuba desde territorio
norteamericano, fundamentalmente, desde Miami, en La Florida.
El informe de Cuba al FBI incluía cinco video-cassette con conversaciones e informaciones transmitidas por las cadenas de televisión de Miami sobre acciones terroristas contra la isla, así como ocho cassettes de audio que sumaban dos horas y 40 minutos de conversaciones telefónicas entre terroristas centroamericanos con sus mentores en Estados Unidos.
Ante esa cooperación de las autoridades de la Seguridad del Estado de Cuba, el FBI reconoció ese gesto de buena voluntad que ponía en clara evidencia las actividades contrarrevolucionarias contra la isla que se llevaban a cabo fundamentalmente desde Miami y prometió dar una respuesta en dos semanas.
La noble intención de Cuba fue burlada por el Buró Federal de investigaciones norteamericano que lo que hizo fue realizar un operativo en la madrugada del 12 de septiembre de 1998, poniendo bajo arresto a un grupo de personas entre las que figuraron Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González.
A partir de su detención los cinco antiterroristas cubanos enfrentaron un largo camino de injusticias de todo tipo, incluida el encierro en celdas de castigo, el llamado hueco, donde permanecieron en diferentes momentos que sumaron más de 540 días, Además de afrontar un amañado proceso judicial que se extendió por 18 meses y 12 días donde finalmente fueron condenados a largas penas de prisión, que posteriormente fueron resentenciados, excepto Gerardo Hernández que mantiene su pena de dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión, tal vez la más injusta.
Pero también desde entonces la batalla por rescatar a los cinco antiterroristas cubanos de las garras del imperio no ha cejado un instante y aunque dos de ellos, René González y Fernando González ya fueron liberados al cumplir íntegramente sus condenas, el combate de los cubanos y de millones de personas simpatizantes de la causa no se detendrá hasta que Ramón, Tony y Gerardo regresen a la patria, que le espera como Héroes que son de la misma.
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