Por Kenia Tabares Robles
En el Día de los Padres llegó el abrazo amigo, el
gesto respetuoso, la admiración y el más sentido agradecimiento a casi
doscientos papás en nombre del pueblo santiaguero. Entre ellos,
combatientes internacionalistas, padres de mártires y personalidades de
la cultura cubana que dieron y dan lo mejor de sí, por la obra humana de
la Revolución.
Son ellos hombres sencillos, y también
valerosos porque aún, en la madurez de sus años, siguen aportando a
nuestro proceso social con su sabiduría.
Un mensaje hermoso y tierno, transmitieron las máximas autoridades del Partido, el Gobierno y la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, a aquellos que como Rafael Villavicencio perdieron a sus hijos en el cumplimiento del deber.
Así llegaron a los hogares de Wilians Mastrapa, Manuel de Jesús Rodríguez y Enrique Álvarez Valdéz, combatientes de la lucha clandestina, Manuel Lucas García, combatiente internacionalista, y Enrique Bonne, personalidad de la cultura santiaguera,
respectivamente.
El para bien fue recíproco hacia la nueva generación de hombres que hoy tienen en sus manos la responsabilidad de guiar el destino de la nación, basados en los valores y principios que legaron nuestros héroes y mártires.
Un mensaje hermoso y tierno, transmitieron las máximas autoridades del Partido, el Gobierno y la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, a aquellos que como Rafael Villavicencio perdieron a sus hijos en el cumplimiento del deber.
Así llegaron a los hogares de Wilians Mastrapa, Manuel de Jesús Rodríguez y Enrique Álvarez Valdéz, combatientes de la lucha clandestina, Manuel Lucas García, combatiente internacionalista, y Enrique Bonne, personalidad de la cultura santiaguera,
respectivamente.
El para bien fue recíproco hacia la nueva generación de hombres que hoy tienen en sus manos la responsabilidad de guiar el destino de la nación, basados en los valores y principios que legaron nuestros héroes y mártires.
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