Por Coral Vázquez Peña
La exhibición de unas 980 especies vivas y el entorno
representativo del medio natural de distantes geografías, son algunas
de las cartas de triunfo del Parque Zoológico de Santiago de Cuba, que
vuelve a ser una atractiva propuesta veraniega para jóvenes, adultos y
principalmente para los niños.
Aunque aún se perciben las huellas del paso del Huracán Sandy, fundamentalmente en el arbolado de la instalación, más se observa la voluntad de su colectivo de trabajadores, quienes han logrado crear una instalación acogedora, que tanto agrada a los pequeños de la casa.
Visitar hoy día el Parque Zoológico de Santiago de Cuba es una grata experiencia. Caminar bajo la sombra de los árboles, mientras se observan animales oriundos de nuestros campos y hasta de la lejana pradera africana, es como vivir en contacto directo con la naturaleza y respirar el aroma de un renovado lugar.
A los tradicionales paseos por el centro, la explicación de sus especialistas, la posibilidad de ver cómo se alimentan las diferentes especies, también se suma ahora la reciente creación de una Clínica de Atención a Mascotas, ubicada en el área de la institución, y que es atendida por especialistas de Medicina Veterinaria Municipal. Cuenta con cuatro departamentos: veterinaria, laboratorio de parasitología, biología y el departamento de taxidermia, encargado este último del embalsamamiento de especímenes para posteriores estudios o exposiciones en museos.
Allí, quienes estén interesados y hayan postergado el cuidado de sus animales afectivos, pueden acudir para atenderlos, desparasitarlos o tratar algunas dolencias.
Igualmente relevante es la nueva sede del Centro Provincial de Equinoterapia, organismo auspiciado por los Ministerios de Educación y Salud Pública, la Empresa Nacional para la Conservación de la Flora y la Fauna, y especialistas del Zoológico.
Si bien el centro ofrece todo el año numerosas actividades ecológicas, recreativas, educativas y de esparcimiento, es en la etapa veraniega cuando se intensifican sus propuestas, con mayor cantidad de espectáculos que vincula la actuación de titiriteros, magos y payasos, y donde los pequeños del hogar pueden ser los protagonistas de los juegos de participación.
Con más de 60 años de fundado el Zoológico de Santiago de Cuba exhibe sus mejores galas. Visualizar lo pintoresco de esa institución que a través de una diversa representación de la fauna y la flora convida a sus visitantes a regresar una y mil veces. Pues la variedad en los servicios, los avances en las investigaciones y los espacios para el intercambio familiar hacen que siga siendo orgullo de la ciudad.
Creado el centro en el año 1946, por iniciativa del entonces Alcalde Luís Casero, y con la activa colaboración del señor Antonio Sagaró Ponce, su primer asentamiento fue en el parque Rosevelt, hoy Parque Manduley, ubicado en la intercepción de la avenida del mismo nombre y la carretera de Siboney.
Las especies que se exhibían en esa época eran pocas y fueron donadas por diferentes personas. Así sucedió, por ejemplo, con un puma, un cachorro de león, un oso negro, un atractivo mono araña, algunos pericos, gavilanes, y otras aves menores.
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