Texto y foto de Coral Vásquez Peña
Después del Centro Histórico de la ciudad de Santiago de Cuba, la centenaria barriada de Vista Alegre es el conjunto arquitectónico más importante de esta suroriental urbe, que a punto de celebrar su medio milenio de fundada, rescata y reanima sus principales espacios patrimoniales.
El área sobresale no solo por la belleza de sus casas, con formas muy curiosas y otras de estilo clásico, sino también por sus árboles, jardines y demás áreas verdes. Pero lo que pocos conocen es que esa localidad tiene gran importancia para los especialistas, pues el sitio es considerado el mejor conjunto arquitectónico de tipología habitacional en Santiago de Cuba.
Ese fue el primer reparto en la ciudad que asumió un tejido urbano completamente inédito hasta ese momento. Fue un proyecto vanguardista que incorporó las áreas verdes como envolventes del entramado urbanístico, también porque adoptó una visión higienista que venía desarrollándose desde finales del siglo XIX. En él pueden apreciarse cien años de quehacer arquitectónico, toda la historia de una época y una ciudad, resumida en sus excelentes edificaciones y magníficos espacios públicos.
Por esta razón, investigadores y especialistas de la Universidad de Oriente, la Oficina del Conservador de la Ciudad y otras instituciones, han volcado su mirada a esta comunidad santiaguera.
De ese interés nació la idea de declarar el sitio como Monumento Nacional. Actualmente se trabaja en la confección de la propuesta de expediente, y de lograrse, se facilitarían las acciones constructivas, normativas y educativas, para una mejor conservación de las edificaciones en esa comunidad santiaguera. Otra ventaja es que el área estaría protegida por las leyes cubanas relacionadas con el patrimonio, lo que permitiría resguardar el sitio y sus atractivos.
Este apremio se justifica en los problemas que hoy amenazan esa comunidad, entre las que se encuentran las constantes transformaciones inadecuadas que se realizan a los inmuebles del sector estatal y particular.
Pero quizás la principal amenaza que crece a un ritmo vertiginoso, es la actividad por cuenta propia. Esto trae consigo transformaciones en las viviendas, algunas moradas con altos valores patrimoniales, para convertirlas en restaurantes y casas para la renta, pero sin tener en cuenta las características del estilo constructivo.
Vista Alegre constituye la experiencia urbanística más importante en la ciudad de Santiago de Cuba en el siglo 20. Recibió las influencias del reparto Vedado, en La Habana, aunque adaptó los principios del modernismo a las características climáticas y de relieve del territorio.
En ella se muestra el catálogo estilístico más completo, fidedigno y auténtico de la arquitectura santiaguera durante esos años. Se identifican exponentes del art decó, art nouveau, neocolonial, neogótico, arquitectura moderna y proto-racionalismo.
Aquí dejaron su impronta y legado algunos de los principales arquitectos que han trabajo en la edificación moderna de la ciudad de Santiago de Cuba. Algunos de los artífices de este exquisito resultado fueron Carlos Segrera, Gerardo Vega, Rodulfo Ibarra, Margarita Egaña, Félix Muñoz y Norma Del Mazo, entre otros muchos más.
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