Los círculos infantiles cubanos arriban hoy a su aniversario 52, periodo en el cual han funcionado para garantizar una adecuada atención educativa a niños en edad preescolar, aseguró la especialista María de los Ángeles Gallo.
De acuerdo con la directora nacional de la esfera en el Ministerio de Educación, el funcionamiento de estas instituciones -conocidas en el mundo como guarderías- se fundamenta en la evidencia de que una buena preparación al ser humano en sus primeros seis años de vida facilita en desarrollo de habilidades y capacidades para enfrentarse al escenario escolar futuro.
Está demostrado que una buena estimulación preescolar propicia mejores resultados en el desempeño estudiantil de los menores, apuntó, pues por ejemplo, el índice de repitencias en los grados primero y segundo ha disminuido en los últimos años del 8 al 1,8 por ciento.
La educadora explicó que la premisa principal de trabajo es conseguir el máximo desarrollo integral posible en cada niño, y prestar especial atención a los requerimientos individuales derivados del hecho de que cada uno progresa con su propio ritmo.
En este sentido, se realizan actividades dirigidas a las habilidades físicas, la promoción de valores socio-morales, y las cuestiones referidas a la alimentación y la higiene, entre otras, detalló la educadora.
Actualmente en todo el territorio nacional existen mil 86 círculos infantiles, en los cuales trabajan 24 mil especialistas en Pedagogía preparados para asumir la educación de los niños de uno a seis años de edad.
Según Gallo, un elemento distintivo del momento actual es que se tomó la decisión de brindar la posibilidad a madres trabajadoras en el sector no estatal de matricular a sus hijos en los círculos infantiles, para que puedan cumplir con su jornada laboral.
Hasta ahora, estas instituciones acogían a los hijos de trabajadores del Estado, pero con la ampliación del sector privado en la isla, a partir de la actualización económica, se tomó la decisión de brindar la oportunidad a quienes ejercen labores no estatales, argumentó.
Más de dos mil madres cuentapropistas -así se le llama en Cuba al sector privado- tienen ya a sus niños asistiendo a círculos infantiles, una cifra que debe continuar creciendo, estimó la especialista.
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