Autor : Bárbara Deás Trobajo
Aunque data de muchos años, el injerto de piel de cerdo al paciente
quemado sobresale hoy como uno de los procederes médicos más efectivos
en la salud cubana.
En Santiago de Cuba, el Banco de Tejidos
ubicado en el hospital provincial Saturnino Lora y segundo de su tipo en
el país garantiza la existencia de esta piel única de una especie
animal compatible con los seres humanos.
A pesar de los avances
científicos técnicos al injerto de piel de cerdo, a mi entender y según
científicos es un método fácil de obtener y garantía de buenos
resultados en la medicina por lo que le queda mucho por existir.
Hoy
el Banco de tejidos de esta oriental provincia el cual atiende
pacientes de toda la región oriental es ejemplo de cuanto se hace para
que los que sufren graves quemaduras pueden recuperar su piel y tener
mayor esperanza de vida.
El doctor Emilio de la Peña Folgar,
coordinador de trasplantes y jefe del banco dijo a esta reportera del
sitio Tvsantiago que los xenoinjertos, o sea la piel de otra especie,
constituyen una necesidad para el tratamiento eficaz del paciente
quemado con pérdidas importantes de piel, en que se dificulta la
obtención de piel para autoinjertos, que es útil además en pacientes con
mejor pronóstico, pues alivia el dolor, contribuye a evitar las
infecciones, favorece la epitelización espontánea y disminuye la estadía
en los hospitales.
En la actualidad este banco trabaja en la
obtención, preparación y conservación de la piel de cerdo, lo que ha
permitido disponer de piel conservada para utilizar cuando sea
necesario, con ello se evita la localización de donantes para
aloinjertos con toda la problemática que va asociada a ella.
El
doctor De la Peña Folgar expresó que la piel de cerdo se obtiene de
bandas del dorso de los cerdos de raza blanca y se buscan en el
combinado cárnico de Santiago de Cuba, y argumentó que se obtiene de
forma inmediata al ser sacrificados los mismos, previo rasurado de las
mismas y sin uso de agua hirviente para no provocar lesiones de la piel.
Las bandas fueron trasladadas después de lavarse con Cetavlón y agua
estéril en bolsos dobles preparados y esterilizados para ese fin.
Durante
una visita al banco de tejidos me percaté que existían las estrictas
condiciones para comenzar otro proceso nuevo con la piel,sobresaliendo
la obtención de las láminas de piel de cerdo de mediano grosor. Previo
lavado con soluciones antisépticas como el Timerosal y la Yodopovidona
se tomaron fragmentos de piel con dermátomo de Kolokolski o cuchillote
de Humbhy.
Ya obtenida la cantidad de piel necesaria se da un
nuevo tratamiento antiséptico por una hora con solución de Hibitane
acuoso al 1%, luego se procedió a empaquetar la piel, enrollando la
misma sobre su superficie cruenta para formar pequeños bastones que se
colocaron en frascos color ámbar con su tapa, previamente esterilizados,
a los cuales se añadió una solución formada por cloruro de sodio al
0.9% para 60 mililitros, cefazolina 1 gramo, estreptomicina 1 gramo y
glicerina al 15%, locuaz constituyó nuestro medio de conservación.
La
piel es el órgano más extenso y visible del cuerpo humano, es uno los
más rico en tejidos, células y vasos sanguíneos. Uno de los principales
enemigos de la piel es el fuego. Pero ahora los pacientes que han
sufrido graves quemaduras pueden recuperar su piel gracias a los
injertos temporales de piel de cerdos, esta ayuda a hidratar la piel
humana, el paciente vuelve a ganar peso y proteínas, ya que la herida
expuesta puede recibir una diversidad de bacterias.
Para quienes
no conocen de este método de injerto con la piel del cerdo les parece
increíble, pero lo cierto es que ayuda a salvar vidas humanas y
garantiza mayor calidad de vida a pacientes quemados.
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