Autor : Martha Cabrales Arias
Transcurrieron dos meses de la violenta irrupción del huracán Sandy y
hoy esta ciudad vive un segundo aire, para nada emparentado con aquellas
ráfagas que pretendieron llevárselo todo consigo.
La madrugada
siniestra pervivirá por mucho tiempo en el recuerdo de los santiagueros,
pero ya se habla más de la rápida recuperación y del ánimo con que se
espera el nuevo año, durante el cual serán decisivos los esfuerzos en
pos de borrar los restos de tan negativa huella.
Por lo pronto,
en las calles, avenidas y centros comerciales se palpa el ajetreo típico
de los fines de año y cada cual se las ingenia para proveerse de lo
imprescindible para las jornadas festivas.
De todas formas, el
ambiente disipado no obvia que muchas familias santiagueras atraviesan
momentos difíciles por el mal estado en que quedaron sus viviendas o
porque sencillamente, las perdieron.
Aún así, el convencimiento
de no quedar desamparados aunque tome más tiempo resolver ese problema,
alienta en medio de una difícil situación.
Uno de los bálsamos de
estos días es la presencia de la compañía infantil de teatro La
Colmenita, que recorre sitios de los más golpeados por Sandy para
alegrar con sus cantos y poesías.
A ellos se sumará el popular
cantante Cándido Fabré, que con su orquesta se presentará en plazas
públicas e interpretará composiciones suyas dedicadas a la respuesta de
la provincia ante el ciclón.
Una exposición fotográfica sobre el
panorama durante y después del vendaval quedará inaugurada el próximo
viernes en la maqueta de la ciudad, donde el montaje artístico va de la
mano de los trabajos para acabar de reponer el techo y todas las
estructuras que los vientos dañaron.
Volvieron a la avenida
Garzón las noches y tardes santiagueras, opciones culturales y
gastronómicas que antes del huracán atraían aquí a miles de personas y
familias completas para disfrutar los fines de semana.
Ferias
agropecuarias y comerciales en los más diversos puntos de la trama
urbana contribuyen también a la festividad, junto a la programación
cultural concebida para estos días.
Durante la última noche del
año, la ceremonia de izaje de la bandera desde lo alto del Ayuntamiento
municipal, frente al céntrico parque Céspedes, dará continuidad a una
tradición de más de un siglo en la ciudad y sumará buenos deseos a los
vaticinios para el 2013.
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