Autor: Brita Garcia Alberteris
El muro de contención era la protección idónea que poseía el Acuario
contra los embates del mar, pero este en su furia no creyó en defensas y
reclamó los animales marinos que en el lugar se exhibían.
Delfines
y leones marinos los fueron sobrevivientes de la catástrofe. El túnel,
mostrador de la belleza de los mares ha desaparecido. ?El Chaco? bote
representante de las hazañas humanas quedó roto en pedazos casi
irreconocibles.
Los 15 trabajadores que estaban en el lugar se
refugiaron contra los azotes en una oficina, y desde allí afrontaron las
marejadas que fracturaron las peceras y destruyeron sin piedad el
edifico del museo.
El Acuario Baconao añorará las risas de los
niños y el espectáculo de los delfines por un buen tiempo. La
restauración de esta instalación será una página a resolver, después del
paso del huracán Sandy por Santiago de Cuba.
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