Entre las buenas nuevas relacionadas con el béisbol cubano en los últimos días sobresale sin dudas el anuncio por la Comisión Nacional de este deporte del regreso para el venidero año de la Liga de Desarrollo.
El certamen se efectuará paralelo a la segunda ronda de la venidera Serie Nacional, en respuesta a un sostenido reclamo de especialistas y aficionados por su importancia para el progreso de muchos jóvenes peloteros en esta nación beisbolera por antonomasia.
Como es sabido desde semanas atrás, la edición 52 del principal espectáculo deportivo en Cuba estrenará nuevo formato competitivo, con una primera vuelta entre 16 conjuntos, ocho de los cuales –los de mejor rendimiento- clasificarán a una siguiente fase al término de 45 juegos.
Cuando se anunció la modificación en la estructura del campeonato beisbolero cubano, muchos mostraron gran preocupación por la limitación en la cantidad de partidos a efectuar por los jugadores de aquellos equipos que no accedieran a la segunda etapa.
También con 16 equipos en representación de todas las provincias y el Municipio Especial Isla de la Juventud, la Liga de Desarrollo servirá entonces como un evento en el cual puedan competir la mayoría de los atletas de los equipos eliminados en la primera fase de la Serie Nacional.
Sabia decisión entonces la de rescatar este certamen, suerte de segunda división del principal pasatiempo deportivo en Cuba, que transita por un proceso de perfeccionamiento en pos de regresar a los planos estelares de antaño en el concierto internacional.
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