Autor : Karina Sotomayor Otero
En ceremonia solemne y con la presencia de músicos, intelectuales y la
prensa acreditada, dos maestros de la cultura cubana recibieron la
distinción “Hijos Ilustre” por parte de la Asamblea Municipal del Poder
popular en esta ciudad.
Dos hermanos una vez más se acompañan en
esos encuentros que la música depara para sus buenos hacedores:
Adalberto Álvarez y Frank Fernández. Ahora ellos se apellidan
santiagueros pues la ciudad los adopta como nativos y el Matamoroson
confirma la noticia.
Lo singular es que estos amigos llevan toda
una vida de apegos. De hecho Frank fue el productor de los primeros seis
discos de Adalberto desde sus inicios en la orquesta Son 14. Asegura
Adalberto que su madre lo amaba como su hijo de ahí lo inexplicable de
su interpretación al piano en la canción dedicada en su memoria.
Aseguran
los estudiosos que Adalberto encontró la formula para hacer hablar al
son y más, Frank Fernández es también conocedor del lenguaje universal
de la música:”Estoy feliz pues todo el mundo sabe cuanto amo a esta
tierra; ser hijo ilustre de esta ciudad , unirme a esa lista de los
hijos naturales, no tiene precio” comentaba Adalberto, a su lado Frank
se unía a sus sentimientos: “No sé si merezco ser ilustre, lo que sí
sabía y esto me llena de orgullo es que soy un hijo querido de Santiago
de Cuba”
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