Autor : PL
Adriana Pérez, esposa del antiterrorista cubano Gerardo Hernández,
rendirá hoy homenaje al guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara
en La Higuera, donde fue asesinado en octubre de 1967.
Pérez,
quien llegó el pasado miércoles a esta capital para una visita de cinco
días, viajó la víspera hasta Vallegrande y depositó una flor en el sitio
en el que permanecieron por tres décadas los restos del Che, antes de
ser trasladados a la ciudad cubana de Santa Clara, donde reposan desde
entonces.
La esposa de Gerardo Hernández, uno de los cinco
cubanos prisioneros en cárceles de Estados Unidos, rindió tributo al
mítico guerrillero y aseguró que cumplía un viejo sueño al visitar un
lugar al que siempre quiso llegar.
También se reunió con
integrantes de la brigada médica cubana que labora en la región, a los
cuales puso al tanto de la situación que viven los Cinco -como se conoce
a los antiterroristas cubanos prisioneros en Estados Unidos-.
Pérez
contó las vicisitudes que viven su esposo y sus compañeros de causa,
las incongruencias de los procesos judiciales y la manipulación
mediática a que fue sometido el caso.
Con la visita a La Higuera,
Pérez pone fin a su visita a Bolivia, donde concedió entrevistas a
numerosos medios de prensa y se reunió con personalidades del gobierno,
entre ellas con el presidente Evo Morales, quien la recibió en el
Palacio Quemado.
Morales prometió escribir una carta al
presidente estadounidense, Barack Obama, en la cual pedirá por la
libertad de los Cinco, por cuya causa abogó en varias oportunidades
desde que tomó el poder en 2006.
Antonio Guerrero, Fernando
González, Ramón Labañino, Gerardo Hernández y René González fueron
apresados en septiembre de 1998 y luego de procesos judiciales amañados,
recibieron duras condenas, sobre todo Gerardo, quien fue sancionado a
dos cadenas perpetuas más 15 años.
René González ya cumplió su castigo, pero debe permanecer durante tres años en libertad supervisada en Estados Unidos.
Los
Cinco monitoreaban los planes de organizaciones terroristas financiadas
por Estados Unidos y asentadas en el sur de Florida, con la intención
de informar de los mismos a las autoridades cubanas.
Su actividad
anónima permitió frustrar numerosas acciones que iban desde el ingreso
ilegal de armas a Cuba y la voladura de aviones civiles en pleno vuelo,
hasta la preparación de atentados contra la vida de los principales
dirigentes de la Revolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario