Autor : Israel Hernández Planas
Este 30 de julio, día de los mártires, el pueblo santiaguero rindió tributo a Frank País García y a Raúl
Pujols Arencibia en nombre del pueblo de Cuba, con motivo del
aniversario 55 de su asesinato a manos de militares batistianos.
Ante
las ruinas de un antiguo paredón de contención sito en una estrecha
calle entre San Germán y San Francisco decenas de santiagueros
recordaron en silencio el tableteo de ametralladoras asesinas hace 55
años. Rostros mañaneros se asomaron a las verjas porque un día como hoy
cerca de sus ventanas Santiago de Cuba perdía a dos de sus más queridos
hijos.
Allí en el Callejón del Muro se inició el homenaje a Frank
País y Raúl Pujol, jóvenes masacrados por hordas batistianas, el 30 de
julio de 1957. Hasta las aceras donde yacieron sus cuerpos acribillados
llegó el recuerdo de todo un pueblo a través de ofrendas florales.
Compañeros
de lucha de Frank pertenecientes a la Asociación de Combatientes de la
Revolución Cubana llevaron a cabo una guardia de honor en el sitio donde
cayera el Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de julio. Tras el
toque de silencio de la corneta se recordó a través de la poesía la
integridad de los jóvenes perecidos tras una delación que alertó a la
policía batistiana sobre la presencia en el lugar.
Posteriormente,
en apretado grupo los presentes caminaron en pequeña procesión y al
compás de la Banda de Concierto de Santiago de Cuba para llegar al
monolito del parque La Placita. El monumento perpetúa, además de los
nombres de Frank y Raúl, la memoria de otros 22 jóvenes caídos en la
lucha citadina de los últimos años de la década del 50.
Se inició
así toda una jornada de homenaje para rendir tributo a los mártires de
la última etapa de la lucha insurreccional por la verdadera
independencia de Cuba.
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