Por Bárbara Deás Trobajo
A principios de la década de 1980, nació la idea de crear un nuevo
modelo de atención comunitario, con profesionales que pudieran integrar,
controlar y coordinar el cuidado de la salud de las personas y las
familias cubanas.
Desde entonces se construyen los consultorios y
se hacen sentir el Médico y la Enfermera de la Familia. Hoy este tipo
de asistencia médica se perfecciona y muestra fortalezas y
potencialidades que permiten a cada persona un nivel de vida adecuado
para el mantenimiento de una buena salud.
En la provincia de
Santiago de Cuba el médico y la enfermera a pesar de ciertas
limitaciones ponen todo su empeño y corazón en prevenir la aparición de
enfermedades y daños en la salud de la población, garantizan el
diagnóstico precoz y la atención médica integral.
Por otra parte
desarrollan la rehabilitación con base comunitaria dirigida a la
población discapacitada física o psíquicamente, se preocupan por
alcanzar cambios positivos en el saneamiento ambiental de su radio de
acción, así como de las condiciones higiénicas en que viven las familias
bajo su control y desarrollan investigaciones que respondan a las
necesidades de salud de la comunidad.
Estos
guardianes de la salud en las comunidades santiagueras desafían
situaciones con la premisa de que la salud del pueblo es lo principal,
es por ello que con su quehacer diario mantienen un elevado sentido de
responsabilidad modesto, sencillo y combativo ante las conquistas de las
ciencias biológicas.
La doctora santiaguera Mariela López,
especialista en Medicina General Integral, dijo al sito Tvsantiago que
las actividades se planifican teniendo en cuenta las familias como
unidad básica, sin olvidar las acciones individuales.
Comentó que
el médico y la enfermera son Uno solo y trabajan en la prevención de
enfermedades y daños a la salud, garantizan un diagnóstico oportuno y
atención médica integral ambulatoria y hospitalaria.
Para Roberto
Santiesteban, vecino del Reparto Santa Bárbara en Santiago de Cuba,
manifiesta que a pesar del deprimido estado constructivo de varios
Consultorios debido a la carpintería en malas condiciones, la
iluminación, la privacidad y otras garantías el trato de este personal
de la salud es excelente, pues dan lo mejor de sí para aliviar un dolor y
ofrecer una atención médica segura y gratuita.
En Santiago de
Cuba, como en el resto de las provincias del país el sistema de salud
pone su empeño para reconocer el papel de estos guardianes de la salud
en las comunidades, por ser los primeros que brindan una atención
necesaria ante cualquier dolencia.
Este médico, no sólo ha
intervenido en las familias cubanas, sino que ha materializado sus
conocimientos teóricos y prácticos en cientos de comunidades de este
mundo, con características culturales e ideológicas diferentes pero sin
cambiar sus maneras de hacer y con la premisa de garantizar calidad de
vida a la población.
Por eso como dijera nuestro Comandante en
Jefe Fidel Castro, “Es una revolución lo del médico de la familia, que
nada ni nadie podrá detener. Ese médico tiene que ser un militante de la
salud, velando por la higiene, velando por todo y asesor en cuestiones
de salud de cada ciudadano".
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