Autor : Israel Hernández Planas
La producción agropecuaria aparejada al fomento de otras especies
animales y la reforestación de importantes zonas rurales, son
actividades que ocupan a trabajadores de la Empresa Nacional para la
conservación de la Flora y la Fauna en Santiago de Cuba. Es precisamente
la Unidad Rancho Vallina un ejemplo de integridad en la producción de
alimentos y la conservación del entorno.
Con la frescura de las
montañas orientales se llega a Rancho Vallina, unidad pecuaria radicada a
más de 50 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba. Es este un sitio
bucólico digno de cualquier postal y donde el trabajo se torna
realmente bello.
Al cuidado de la Empresa de Flora y Fauna este
rancho de 320 caballerías tiene como objetivo el desarrollo del ganado
vacuno para la inseminación artificial, una tarea que poco a poco
devuelve el esplendor que caracterizó a estos predios a principios de
los 90, cuando fue apagándose la cuantiosa suma de 4 000 cabezas de
ganado.
"Ya hemos incrementado el rebaño en unas 1400 cabezas de
ganado. Todo es poco a poco pero damos sólidos pasos en cuanto a la
genética y el cuidado de los ejemplares para que no se malogren ninguno.
Hoy la mortalidad que exhibimos es de sólo un animal y nuestras
técnicas no son mágicas ni secretas. Es cuestión de mucho sosiego para
el animal y una alimentación adecuada", expresó Héctor Carrión Silva,
Director de Rancho Vallina.
Tras el declive que sufrió la unidad
regresa a la palestra pecuaria con logros difíciles de acallar. Unos 320
premios de distintos certámenes en sólo tres años avalan la
calidad de sus ejemplares Santa Gertrudis. Todo ello conforma un plan
que busca fomentar la ganadería a gran escala junto a otras unidades
santiagueras.
Pero no sólo la reproducción animal ocupa el tiempo
en estos lomeríos. La reforestación armoniza con los nuevos logros
productivos de Vallina, entorno que forma parte de la Cuenca del Mayarí,
la 9na priorizada en toda Cuba.
Según José Antonio Bouza Alonso,
Subdirector de Conservación de la Empresa Flora y Fauna Santiago de
Cuba la actividad indiscriminada de pastoreo contribuyó a la
deforestación de varias elevaciones aledañas a la unidad.
"Movían
el ganado hacia las zonas altas y eso fue acabando con las plantaciones
que cubrían las montañas. Hoy el plan es pastorear en zonas bajas y
reforestar poco a poco las montañas afectadas, ya hemos tenido buen
impacto en esas colinas y contribuimos a mejorar el ambiente", asegura
Bouza Alonso.
De ahí que toda la actividad ganadera haya ganado
en estructura y seguridad. El clima fresco de estas inmediaciones hace
mucho bien al mismo ganado que no se sofoca ni aguanta temperaturas
elevadas contribuyendo a su mejor apaciento y d con esto a su
desarrollo.
La cría y reproducción de otras especies completan
la ficha productiva de esta granja que contribuye al comercio local con
un buen número de animales, viva muestra de la recuperación de una finca
pecuaria de la que ya comienza hablarse en los círculos ganaderos de
todo el país.
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