Autor : Isabel Zaldívar Diéguez
Prácticamente desde los primeros años del triunfo de la Revolución en que nació el Sistema de la Salud Pública cubana, trajo aparejado este principio de que la salud es un derecho del individuo y una responsabilidad del Estado. También se cuentan otros como: la salud en Cuba tiene un carácter asistencial predominantemente preventivo; y, que la Salud Pública se desarrolla con la participación activa de la comunidad organizada.
Tales premisas dicen de la enorme responsabilidad del Sistema como tal, pero, y ¿dónde queda la del individuo?. Es cada persona quien tiene que cuidar de su salud, de su calidad de vida, preocupación actual de las autoridades sanitarias santiagueras, debido a la cantidad de accidentes, que no son tales, los que privan de la vida o afecta la calidad de la misma, en muchos casos a niños, personas jóvenes o adultos.
Justamente porque la responsabilidad del Ministerio de Salud Pública cubano es garantizar la salud, aflora la preocupación del enorme cuidado que tiene que mantener cada persona para cuidarse la propia en primer término, proteger a los menores y educar a la familia con ese principio.
Las declaraciones son de la máxima autoridad del sector en Santiago de Cuba, , durante una entrevista que me concedió para este órgano digital.
Afirma que insiste en el autocuidado porque en la provincia se cuentan experiencias muy amargas al respecto, y las primeras causas de muerte o lesionados con secuelas para toda la vida en jóvenes, están relacionadas con descuidos, lesiones autoinfringidas, suicidios, abandono de tratamientos médicos en personas con enfermedades crónicas o que no acuden a tiempo a su médico. Entre los ejemplos, el doctor Miranda declara la importancia de proteger a los niños. No es posible, dice, que se le estropee la vida a los más menudos de la familia por accidentes domésticos con manipulación en cocinas, de combustibles, ingestión de medicamentos mal guardados, caídas que traen fracturas, adolescentes con bicicletas haciendo maromas en la vía o engachados de los carros, entre otros. Son situaciones que ponen en crisis no sólo a la persona víctima del accidente, también a la familia.
Manifiesta el director de Salud Pública de Santiago de Cuba que el verano es de gran preocupación para el gremio que dirige, por cuanto trae aparejado a la playa los famosos carnavales. Dos actividades de las que varias embarazadas no quieren privarse, entonces se ven los partos pretérmino, en el mejor de los casos, por los baños violentos en el mar, o las mujeres casi al parir gozando de la conga, ingiriendo bebidas alcohólicas, sin tener en cuenta las graves consecuencias para el ser que trae en su vientre.
La propuesta, por otro lado, de llenar nuestras plazas y parques de santiagueros haciendo ejercicios sanos con personal capacitado para charlas educativas, además, para promover salud, porque ya se avizora a esta provincia con una población añosa, y cada ciudadano debe conocer los riesgos a que está sometido. Suscitar al desarrollo de personas sanas sin obesidad, sin sedentarismo, ni hábitos de fumar; y eso hay que inculcarlo desde las más tempranas edades.
Un proverbio popular reza que “las enfermedades no se compran, ellas vienen”, pues les afirmo que en muchos casos son evitables, porque si una dolencia le ataca, lo inmediato que debemos hacer es acudir al médico y cumplir sus indicaciones.
Nos hemos visto en la experiencia de comenzar un tratamiento y en cuanto mejoramos pues lo dejamos, y es que el personal médico no sólo desea que mejoremos, sino que gocemos de total salud, libre de toda dolencia. La hipertensión es muy común actualmente, nada mejor que medir la tensión arterial sistemáticamente y llevar al pie de la letra las recomendaciones médicas, sin obviar el modo de alimentarse, o sea no abusar de las harinas, sales, azúcares, grasas… ésta es otra de las causales de infarto y accidentes cerebrovasculares en jóvenes que pierden la vida o quedan con terribles secuelas de invalidez, y en ello influye decisivamente la familia.
El doctor Jorge Miranda expone que no es posible que vivan santiagueros con una hernia dolorosa, o un problema vesicular, sin acudir al galeno, por cuanto estos problemas de salud se resuelven entre 12 y 15 días con intervenciones por mínimo acceso y prácticamente ambulatorias en las instituciones con especialistas reconocidos en el país e internacionalmente.
Finalmente llamó al aumento de la responsabilidad individual en el cuidado de la salud desde que el ser se concibe hasta sus días finales, que ya en Cuba se remonta casi a los 80 años. No sólo mantener el esmero con los niños o los ancianos, es el supremo desvelo con cada uno de nosotros. Tal es el planteamiento.
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