Autor :Mariano Aldana Villalón
No peco al señalar que en toda Cuba, donde haya alguien que haga producir la tierra, no se conozca lo que en materia de agroecológia viene haciendo el santiaguero Alfredo Fernández Pérez en su pequeña finca “Las Mercedes” allá en el lomerío del Segundo Frente Oriental Frank País García.
A este campesino también se le suele llamar sencillamente “médico”, porque como otros tantos que habitan en la isla y que con sus buenas prácticas agroecológicas, le brindan a la tierra un “remedio salvador”, ante la desertificación de los suelos.
Con sus 65 años ya cumplidos, Alfredo ostenta la doble corona de Excelencia Nacional en el Movimiento de la Agricultura Urbana y Suburbana –noble alternativa de producción de alimentos-. Debo significar, además, que de 28 subprogramas, aplica y desarrolla 23 con métodos agroecológicos.
A partir de 1991, Alfredo Fernández Pérez realiza en su finca una serie de transformaciones que le permiten lograr una adecuada diversificación en los cultivos, sin desatender el café, al que dedica 4 hectáreas de las 10,5 que posee.
Es loable también la reforestación que lleva a cabo. La siembra y recuperación de los árboles aumenta la capacidad boscosa. No está de más señalar que en su finca existen más de 24 especies de árboles forestales, predominando la Caoba y el cedro, junto a más de 70 variedades de especies de frutales, otras 15 de ñame, 11 clones de plátanos, plantas medicinales, ornamentales, flores, apicultura, producciones porcinas, avícolas y ovino-caprino, conforman la integración agroecológica de sus predios. .
A pesar de su edad, Alfredo no se ha detenido en el tiempo. Con su nueva forma de pensar y actuar le retribuye con sus manos un impacto seguro a la naturaleza.
Sin tener con sólido conocimiento en la Sanidad Vegetal, ha logrado, sin aplicar productos químicos, disminuir los daños por enfermedades y plagas en las plantas.
Este campesino santiaguero es todo un innovador a favor de la tierra que le da su sustento, implantó un Programa de Conservación de suelos con el empleo de todos los residuos obtenidos de la poda del café y de las regulaciones de sombras.
Alfredo construye barrera muertas, tranques y da un uso efectivo a las barreras vivas, al tiempo que aprovecha los cultivos de piña, el sagú y las cepas de plátanos en las laderas de las lomas, con el fin de contener el arrastre de las láminas de suelo por el escurrimiento de las aguas.
Para hacer valederas las nobles prácticas de la agroecología, sustituye el uso de fertilizantes con la producción de Compost y Humus de Lombriz que aplica a los diferentes cultivos de su finca.
En sus cafetales ha logrado intercalar más de 600 surcos de Ñame de diferentes variedades; donde se destaca el ñame “Maja”, nombrado así por las similares características que presenta, cuando nuestro ofidio está enroscado. Esta variedad de ñame es de color blnco, de suave textura y de muy buen sabor, puede llegar a pesar hasta 20 kilogramos.
Por estas cosas y tras más, Alfredo Fernández Pérez no solo trasciende de su terruño santiaguero, sino también a todo lo largo y ancho de la isla. En su finca “La Mercedes”, la gente buscar las experiencias necesarias para fomentar la producción de alimentos con métodos agroecológicos.
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