Autor :Eduardo Palomares
Niveles de infestación del Aedes aegypti calificados de alto riesgo, corroboran en Santiago de Cuba que a pesar del extraordinario esfuerzo desplegado a lo largo del año para erradicarlo, aún subsisten brechas en la sólida interrelación exigida entre el personal de la campaña y la población.
"La situación obedece a la falta de percepción del riesgo que entraña el peligroso vector —señala la doctora Carilda Peña García, directora provincial de Higiene y Epidemiología—, pues confiadas en que ningún otro país del mundo invierte, en medio de la crisis económica, tanto como Cuba para proteger a la población, muchas personas se desentienden de la responsabilidad que les atañe.
"Sin embargo —añade—, todos debemos tener presente que por encima de los hombres y mujeres integrados a la lucha antivectorial, del abate y la fumigación, está el accionar de los moradores, que son quienes conocen mejor sus viviendas, en la destrucción de los reservorios del insecto.
MAYOR CONTROL Y ORGANIZACIÓN
A la labor cotidiana del personal de la campaña se integran cada fin de semana cientos de médicos, licenciados, técnicos y trabajadores en general de la salud, quienes despliegan acciones educativas y de saneamiento ambiental, que requieren la máxima organización y control.
Durante su participación en una de las intervenciones en áreas de los policlínicos 30 de Noviembre y Armando García de la ciudad de Santiago de uba, Granma corroboró las insatisfacciones apuntadas por la doctora Carilda Peña, tanto en los trabajadores del sector como entre los llamados
factores de la comunidad y los vecinos.
El principal mensaje que debía trasmitirse a las familias precisaba que la mayoría de los focos son detectados en los tanques bajos, lo cual presupone el lavado y cepillado destinado a la destrucción mecánica de los huevos del Aedes, ya que en condiciones de huevos secos pueden permanecer hasta un año en espera del agua que les posibilite hidratarse, eclosionar y dar vida a las larvas.
La importante información no llegó a todos los hogares, pues apenas media hora de iniciado el cambio de labor ya se retiraban algunos dúos que evadieron la tarea asignada. Otros que pesquisaban en Calle 9, alegaron que el microvertedero existente ante sus ojos era ajeno a la información solicitada casa por casa.
Muy diferente resultaba la actitud del Licenciado en Higiene y Epidemiología Roberto Sánchez Medina, quien tras haber atendido recientemente a su pequeño hijo en el Hospital Infantil Sur, fumigaba sin descanso cada una de las viviendas ubicada en Calle 10, del reparto 30 de Noviembre.
"En 12 años de trabajo en la campaña tuve la oportunidad de hacer la Licenciatura —expresó—, pero sigo como operario porque me gusta esta labor,
que en no pocas ocasiones rechazan algunas personas que no abren las casas o te atienden con cara de disgusto, sin reparar en el beneficio que van a recibir".
Casi al final de la soleada mañana Ivett Mesa y César Enrique Poutou, licenciados en Laboratorio Clínico y Microbiología, respectivamente, concluían un pesquisaje donde contra el buen estado de salud encontrado en las viviendas, contrastaban siete casas cerradas, en clara alusión al trabajo débil aún de las organizaciones de masas.
"En jornadas tan abarcadoras siempre corremos esos riesgos —reconoce la doctora Carilda—, pero cada negligencia es objeto de análisis, y según su gravedad se adoptan las medidas disciplinarias correspondientes; de ahí que la exigencia en la lucha antivectorial contribuya igualmente a elevar la calidad de la fuerza participante".
Al evaluar íntegramente la marcha de la campaña, la Directora Provincial de Higiene y Epidemiología reconoció el apoyo de la fábrica de equipos médicos Retomed, de industrias locales, del taller provincial de electromedicina y de cuentapropistas, en la elaboración de piezas de repuesto para bazucas y otros medios.
De igual forma ponderó la realización de audiencias sanitarias, la participación de servicios comunales, de acueducto, la dirección de la vivienda, del sindicato y las administraciones en los centros laborales, así como la exigencia mantenida por la dirección del Partido y el Gobierno en la provincia.
"En este empeño —enfatizó—, la acción de la comunidad será siempre el eslabón decisivo en la eliminación de los focos, y el factor más importante en el necesario ahorro, pues la economía del país agradecerá toda acción que contribuya al mínimo empleo de productos químicos, de combustible y movilización adicional de personal".
No hay comentarios:
Publicar un comentario