Autor :Israel Hernández Planas
El pueblo de Mella celebró con júbilo el aniversario 53 de su liberación. A ritmo de Conga y con un acto en la plaza central del poblado los habitantes del municipio norteño recordaron, con la participación de oradores, las horas vividas cuando Mella entró en el proceso revolucionario cubano.
Con este acto de recordación comienza una jornada histórica que se extiende desde cada 2 de noviembre y hasta el primero de enero, cuando cientos de poblados en toda Cuba fueron liberados de la hostilidad del ejército batistiano y de los políticos corruptos que sumían a la población en el caos, el terror y la pobreza.
En la madrugada del 2 de noviembre de 1958 las Fuerzas Rebeldes de la Columna 17 “Abel Santa María Cuadrado” entraron victoriosas al entonces Batey de Miranda, hoy poblado cabecera del municipio Julio Antonio Mella, acción que rememoraron los pobladores de este territorio municipio ubicado al norte de la Ciudad Héroe.
En 1958 los habitantes de la antigua provincia Oriente vivieron el momento cumbre de sus vidas. Por ese entonces varios poblados del esta zona de Cuba vieron su liberación como símbolo de una nueva era.
El 2 de noviembre fue la fecha marcada por el Ejército Rebelde para la toma del antiguo Batey de Miranda. Aunque los combatientes rebeldes de la columna 17 estaban dispuestos a enrolarse en un inminente combate lo cierto es que a su llegada al cuartel del pueblo no había soldado alguno. El empuje de los revolucionarios y su cercanía al batey hicieron que las tropas de la tiranía de Batista huyeran despavoridas.
En ese entonces Marsden Wilber, combatiente de un pelotón acampado en el cercano Bayate, fue uno de los primeros al entrar en el Cuartel desierto.
“Ya teníamos aviso de que algo raro pasaba pues nos había informado un campesino que por la madrugada había pasado por el frente de la instalación militar que aunque se percibían las luces encendidas y la radio estaba también a todo dar no se veía ni un alma. Eso nos alegró pero siempre hay un recelo de ver quien entra a un lugar que podía estar hasta minado, felizmente no fue así y ocupamos sin problemas el poblado” , reseña Marsden Wilber, quien ahora cuenta con 78 años de edad.
Hoy, en el mismo escenario donde se encontraba el Cuartel desierto se levanta una Plaza en el centro Mella. Aquí se juntaron mellenses de todas las edades para recordar la llegada de la dignidad humana a estas tierras.
El acto comenzó con el izado de la bandera en franca recordación a lo primero que hizo el pueblo una vez que estaba desolado el cuartel.
La cultura, uno de sus principales logros de la Revolución en este municipio, deleitó a quienes vinieron a pedir paz y la perpetuidad de nuestro sistema social.
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