Autor :Karina Sotomayor Otero
Antonio Gades nació el 14 de noviembre de 1936 en Elda, España
Se le bautizó en Roma como el bailaor de la esencia andaluza. Para Santiago y toda cuba es espíritu de revolucionario, artista y amigo entrañable. Nació en Elda poco después de iniciada la Guerra Civil Española. En 1949 se inscribió en una Academia de Baile, lugar donde conociera posteriormente a Pilar López, su descubridora y uno de sus pilares en el arte de las tablas y la danza.
Fue Pilar quien le sugirió el nombre artístico de Antonio Gades, pues vino al mundo en 1936 como Antonio Esteve Ródenas. En 1892 fundó su propia compañía y viaja por todo el mundo en busca de las raíces del baile flamenco pues creía que en la madre patria el género estaba prostituido por el exceso de virtuosismo.
En 1974 estrena la obra “Bodas de Sangre” en Roma con el nombre original de “crónica del suceso de bodas de sangre” y cuando el éxito le acudió en abundancia decide retirarse y disolver la compañía. Cuatro años más tarde fungió como Director del Ballet Nacional Español.
Durante la Transición Española se declaró cual catalán de Elda y de basta ideología marxista y pancatalinista independentista. Militó en el Partido Comunista de los Pueblos de España y se mantuvo vinculado por orgullo y convicciones al Partido Comunista de Cuba.
Su última producción coreográfica fue “Fuenteovejuna” sobre el texto de Lope de Vega, pieza que se estrenó en la Opera de Génova en 1994.En este mismo año falleció en Madrid y un año más tarde, cumpliéndose su voluntad, sus cenizas fueron traídas a esta tierra y resguardadas en el Segundo Frente Oriental Frank País García.
De ahí por los 75 años del nacimiento del coreógrafo alicantino, la Fundación y Compañía que llevan su memoria ante el mundo le rindieron un merecido tributo a golpe de sevillanas justo ante su tumba-monumento.
Se vio en marcha dolorosa una suerte de un barco compuesto por el dolor, los brazos, recuerdos y alegrías de hombres y mujeres que le conocieron, le defienden e interpretan. A toque de tambor y cante jondo reapareció el Gades doliente por las injusticias y también el hombre siempre humilde amante y seguidor de esta Revolución.
En el Museo Central del Complejo Histórico del Segundo Frente se inauguró también un sitial dedicado a su vida y obra con los botines originales del bailaor. Instantáneas de sus encuentros en Cuba y la Orden José Martí, máxima condecoración del Estado Cubano, que le impusiera en el 2004, Fidel Castro Ruz.
De Gades se enunciaría: “… hombre de compromiso y dignidad, de lealtades y amigos, bebió desde niño de las fuentes de la tradición obrera, del sufrimiento del trabajo, de la necesidad, elevando su arte mayor, el baile flamenco, un baile con clase de conciencia, hasta la categoría de manifestación universal.
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