Autor PLBolivianos, cubanos, venezolanos, nicaragüenses, uruguayos, brasileños y otros latinoamericanos recordarán hoy aquí el aniversario 44 del asesinato en 1967 del revolucionario Ernesto Ché Guevara.
De acuerdo con fuentes de la embajada de Cuba en Bolivia, los actos comenzarán en el mausoleo que lleva su nombre en Vallegrande, localidad donde permanecieron sus restos hasta 1997, antes de ser trasladados a la ciudad central cubana de Santa Clara.
La velada será escenario para destacar la labor de internacionalistas de la Isla y de Venezuela, entre ellos profesionales de la salud, la educación y trabajadores sociales.
También la jornada será dedicada a una nueva demanda de los movimientos de solidaridad para que liberen a cinco antiterroristas cubanos que permanecen encarcelados de manera injusta en Estados Unidos, desde 1998.
Asimismo apoyarán el reclamo universal para que René González, uno de Los Cinco, como se les conoce por las campañas a favor de su liberación, regrese a la Patria y no se aplique la llamada libertad supervisada de tres años, la cual debe cumplir de forma obligatoria en el país norteño, con riesgo para su vida.
En Vallegrande los participantes en el homenaje recorrerán además otros sitios históricos, entre ellos la fosa donde enterraron a Tamara Bunke y otros integrantes del grupo de la retaguardia de la Guerrilla, así como el Hospital Señor de Malta, donde hace 44 años lavaron los restos de Che Guevara.
Para mañana sábado los asistentes a los actos centrales por el aniversario de la pérdida física del mítico guerrillero viajarán al humilde poblado de La Higuera, donde los enemigos de Che Guevara intentaron desaparecerlo físicamente, pero solo lograron multiplicar sus ideas y ejemplo.
Ernesto Guevara, más conocido como Ché, es recordado como aquel joven médico argentino que se incorporó a la lucha de la Revolución cubana dirigida por Fidel Castro, para cambiar el destino de pobreza y opresión de la isla caribeña.
Ché fue el primer combatiente guerrillero en alcanzar el grado de comandante en el entonces Ejército Rebelde, y tras ocupar altos cargos en la dirección del país como ministro y director del Banco Nacional de Cuba después del triunfo de la Revolución en 1959, junto a un grupo de compañeros partió en defensa del proyecto revolucionario en el Congo.
En Bolivia, corazón de Suramérica, Ché comenzó a forjar el núcleo guerrillero que podría liberar a la región de tanta miseria y abandono, pero fue capturado herido y luego asesinado por el ejército boliviano, que cumplió así instrucciones de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, según historiadores el 9 de octubre de 1967, en una escuela de La Higuera.
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