Santiago de Cuba, 7 sep.— Luego de una convincente actuación en su cuartel general donde lograron sustancioso saldo de once triunfos en quince juegos disputados las Avispas de Santiago de Cuba asumen por segunda vez en la temporada el rol de visitantes, aventura a la que acuden acompañados por un antecedente muy negativo, pues en su primera incursión fuera de casa perdieron cinco de seis encuentros celebrados.
Esta vez el itinerario a cumplir comienza hoy con la parada que realizan en el estadio Cristóbal Labra para lidiar con los Piratas de Isla de la Juventud, luego tomarán la ruta hacia el Capitán San Luís para medirse con los Vegueros de Pinar del Río, seguidamente se presentarán en el Augusto César Sandino de Santa Clara frente a los Azucareros y finalizarán el periplo en el estadio 26 de Julio, plaza de los Cazadores de Artemisa.
El equipo emprende este desafiante recorrido casi en el borde inferior de la zona de comodín pues comparte las posiciones cinco, seis y siete con sus rivales de hoy y con los Tigres de Ciego de Ávila.
A la ronda clasificatoria le restan apenas 24 desafíos por equipo y la mitad de esos juegos se inscriben sucesivamente, en el caso de Santiago de Cuba, en la gira que acabo de citar.
No es por tanto difícil comprender que la formación que dirige el técnico Eriberto Rosales está obligada a cambiar la historia y conseguir una efectividad que hasta el momento ha estado ausente en sus compromisos en la carretera, ello como premisa para asumir la recta final con alguna tranquilidad.
Ese segmento de cierre les garantizará tres sub-series en el Guillermón Moncada: Granma, Camagüey y Matanzas; pero en ninguno de los casos se trata de duelos que puedan considerarse cómodos, pese a gozar de la condición de sede.
El otro enfrentamiento, penúltimo del calendario (cerrarán con Matanzas), los llevará al Calixto García para rivalizar con los Cachorros de Holguín.
Con este panorama por delante es evidente que la docena de juegos que inician a partir de hoy será reveladora de las posibilidades que tendrá el equipo de luchar para avanzar a la segunda fase bien por la clasificación directa, bien por la vía de los play-off de comodín.
El equipo lleva en el equipaje hacia Nueva Gerona números positivos en el ataque pues tiene average colectivo de .329 que es el segundo mejor entre los concursantes, solo aventajado por el desempeño con el madero logrado por los Tigres de Ciego de Ávila (.331).
Su pitcheo trabaja colectivamente para .392 y ha exhibido un desempeño aceptable aunque dos de sus baluartes, Alberto Bicet y Danny Betancourt, (ambos con arrancadas impecables) registraron en sus apariciones recientes sus más pobres actuaciones de la temporada, mucho más el segundo que el primero.
Vale señalar que sigue habiendo una marcada diferencia entre la labor de los abridores y la de los relevistas; la denominada segunda línea ha enviado señales preocupantes (5.24) y tiene que mejorar para que posibles ventajas sean preservadas debidamente.
Finalmente en el orden de la defensa el conjunto indómito tiene una media colectiva de .966 que es inferior a la cota global del campeonato (.970), resultado de 26 errores en 760 lances. Muy por debajo de lo deseable en esta importante arista del juego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario