Santiago de Cuba, 4 ago.— Una estrepitosa derrota en diez entradas ante República Dominicana con pizarra de 9 carreras por 8 le colocó la cereza al pastel del infortunio y Cuba finalizó su peor actuación en la historia del béisbol en Juegos Panamericanos al ubicarse en sexto lugar del certamen que esta vez acogió la ciudad de Lima, Perú; insólita ubicación que dejó a nuestra selección nacional únicamente por encima de los débiles equipos de Argentina y Perú.
Con una ofensiva totalmente apagada a lo largo de nueve entradas -apenas tres jits- y favorecidos por la distración de un corredor dominicano sorprendido en segunda base (minutos después pudo haber anotado como resultado de un indiscutible y habría marcado diferencia 2-1) el equipo Cuba se mantuvo abrazado a una carrera con su similar de República Dominicana y se hizo necesaria la prolongación bajo la Regla IBAF.
El abridor cubano Lázaro Blanco trabajó aceptablemente hasta la cuarta entrada sin permitir carreras a los dominicanos pero explotó en el quinto tras un out, luego de admitir un doblete y par de sencillos que le dieron a los quisqueyanos la anotación del empate, pues Cuba dominaba desde la parte alta del segundo cuando César Prieto disparó biangular y remolcó a Stayler Hernández.
Al rescate llegó Vladimir García y dominó al bateador que enfrentó para luego ceder la pelota al zurdo pinareño Liván Moinelo quien se encargó de liquidar la entrada y cumplir nuevamente con altura la misión encomendada pues trabajó dos y un tercio de entrada sin permitir carreras, sólo par de jits y tres ponches propinados.
Una vez el juego se fue a extrainning bajo la Regla IBAF la ofensiva cubana despertó y ligó un total de seis imparables, entre ellos un oportunísimo doblete de Yordan Manduley que remolcó tres carreras y fue pieza clave en el racimo de siete marcas que pusieron la pizarra 8 x 1 y crearon un ambiente festivo en la banca cubana, pues la victoria parecía al alcance de la mano.
Sin embargo la actuación del bulpén cubano dejó mucho que desear y esa ventaja aparentemente decisiva no pudo ser preservada, por el contrario Dominicana no solo empató el juego sino que agregó la carrera que dejó tendido al campo al equipo cubano con saldo de 9 anotaciones por 8.
Raidel Martínez, Pedro Álvarez, Frank Medina, Wilson Paredes y Yudiel Rodríguez protagonizaron el desfile por el box en el fatídico episodio.
Ganó el relevista Huascar Brazoban y perdió también de relevo Frank Medina.
El dolor que ocasiona esta pobrísima actuación se multiplica al tomar conciencia de la maratónica preparación que se hizo y porque además la apuesta fue total, pues se incluyó en la nómina a casi la totalidad de los jugadores que bajo la tutela de la FCB tienen contratos en el exterior.
En suma un epílogo sumamente amargo que pone la pelota en la cancha de las autoridades beisboleras para que traten de encontrar las raíces del fracaso y acometan sin demora las acciones necesarias para cambiar el declinante rumbo del béisbol cubano.
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