Por Rogelio Ramos Domínguez
Santiago de Cuba, 13 jun.— Carmen Rodríguez parece no tener edad. Es vital, alegre, comunicativa: “Es intemporal”, decía un vecino en tono de broma mientras caminábamos hacia su finca perteneciente a la CCS Frank País en Los Reynaldo. Carmen Rodríguez trabaja con su hijo y su esposo, caminamos por entre enormes maizales, sembrados de yuca y frutas. Ella es una de las cuatro productoras cuyas fincas fueron certificadas como agroecológicas, son las primeras en Songo-La Maya.
“Tengo yuca, frijol, plátano, sorgo, maíz, pepino chino y de ensalada, dos hectáreas de papaya y voy a sembrar mil matas más”. Lo dice mientras seguimos camino a sus sembrados, junto a nosotros Doreidis Castro, representante del Programa Agroecológico Nacional quien viene a certificar su finca. Carmen habla sin titubeos.
“Yo me niego a casi toda la tecnología”, dice, “mucha gente me critica, no quiero maquinarias, el problema no es que produzca más sino qué consumo mañana. Si traigo un tractor estoy poniendo algo extraño a mi tierra: humo, polvo. Yo prefiero los bueyes, ese hasta produce materias orgánicas, un tractor te trae en la rueda el pasto estrella o cualquier otra cosa”.
La productora nos guía hacia el centro de un maizal enorme, tiene nueve hectáreas de tierra y no se detiene ante cultivo alguno, habla de planes, se le ve soñadora, como retándose a sí misma, como seguidora -dice- de lo aprendido de sus viejos.
“Tengo mucho tomate, lo siembro con pipas y bueyes y no dejo de producir, quizá lo que pueda hacer en 10 días lo hago en 14 pero es rentable”.
La Carmita es el nombre de la finca de Carmen Rodríguez Rodríguez, es sólo una de las cuatro a las que visitamos, se sumaron La Esperancita de Niorge Olivares, La Siria de Eudy Domínguez y La Constancia de Santos Quevedo. En cada una animales domésticos que sostienen a las familia: Chivos, vacas, puercos, gallinas, pavos o carneros.
En todas, cortinas rompe viento y barreras ecológicas para evitar plagas, agua abundante, cultivos que hoy resultan extraños en la zona como el limón persa y naranjas, cítrico que desapareció luego de que en la zona de Ti Arriba tuviéramos sembrados casi capitales.
Pasado el día y amenazados por pesadas nubes Doreidis Castro la representante del Programa Agroecológico Nacional concluyó que las cuatro fincas están muy diversificadas e identificadas.
La dirigente aseguró sentirse satisfecha por la preparación de los campesinos, las prácticas agroecológicas y la integración de la familia, Doreidis Castro aseguró que lo visto en Songo-La Maya demuestra que se pueden tener importantes extensiones de tierra de forma ecológica. Según trascendió en la visita próximamente otras fincas podrían certificarse como Agroecológicas aquí en la tierra del León de Oriente.
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