Por Eduardo Palomares Calderón
Santiago de Cuba, 4 jun.— Poseedor de una extraordinaria historia de lucha, que iniciada con el desembarco del Granma lo convirtió en fragua de columnas rebeldes que llevaron desde la Sierra Maestra la guerra al resto del país, y culminó con la proclamación por su Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz del triunfo de la Revolución, el I Frente José Martí contará próximamente con un museo.
Única agrupación guerrillera de tal envergadura que hasta hoy no tiene este tipo de instalación, su sede idónea será el antiguo Ayuntamiento de Santiago de Cuba, ubicado frente al céntrico Parque Céspedes, y desde cuyo balcón central Fidel anunció a Cuba y al mundo el 1ro. de enero de 1959, la victoria del Ejército Rebelde sobre la oprobiosa tiranía de Fulgencio Batista.
Maylín Santos Suárez, licenciada en Estudios Socioculturales, máster en Museología y directora de la institución, señaló a Granma que, como frente madre, su evocación trasciende en digno tributo a todos los que en sus montañas iniciaron la lucha, o se incorporaron a ella a lo largo de la contienda bajo el indiscutible liderazgo del Comandante en Jefe.
«El museo –detalló– dispondrá de 12 salas permanentes y una transitoria, de las cuales las ubicadas en el primer nivel abarcarán cronológicamente la historia a partir de la preparación en México de los expedicionarios del Granma, la travesía, el desembarco, Alegría de Pío, los victoriosos primeros combates en la Sierra y la contribución del llano.
«Las siete salas del segundo nivel estarán dedicadas al desarrollo y consolidación del proceso mediante la activa participación de la mujer y los campesinos, justicia, educación, sanidad, religión, talleres y armerías, propaganda y, desde luego, a la trascendencia del Frente en la victoria y la posterior integración de sus combatientes a la tareas de la Revolución».
En ellas podrán apreciarse exponentes históricos que van desde armas, uniformes y demás equipamiento de los guerrilleros, objetos personales de combatientes, pertenencias de mujeres que resaltan a las Marianas, documentos, fotos originales o poco conocidas, hasta los principales acontecimientos reflejados a través de la más moderna tecnología.
«Ciertamente –enfatizó Santos Suárez– estaremos en presencia de un museo de nuevo tipo, caracterizado por el equilibrio entre lo tradicional y la nueva tecnología que estas instalaciones hoy emplean en el mundo a través de pantallas, maquetas y mesas inteligentes cuyo sonido, colores y olor dan la sensación de encontrarse en el escenario natural de la Sierra Maestra».
En este montaje intervienen especialistas del equipo de diseño de la Oficina del Historiador de La Habana, mientras que rectoradas por la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba (OCC), numerosas fuerzas encabezadas por su Empresa de Restauración y Conservación de Monumentos tienen a cargo el acondicionamiento del inmueble y su entorno.
«En tal sentido –explicó el licenciado Ramón Cobas Avivar, director adjunto de la OCC–, hasta hace algunos meses la Asamblea Municipal del Poder Popular ocupaba esta edificación, que a diferencia de lo que muchos piensan por su aspecto colonial, es un sólido inmueble de hormigón armado construido en 1954, que debemos adecuar a su nueva función».
Según se ha dispuesto, el edificio no dejará de cumplir algunas actividades tradicionales, al conservar la oficina del alcalde con su salón de las banderas para la atención a personalidades, el cabildo utilizado en la entrega de órdenes y otros reconocimientos, y el Salón de la Ciudad dedicado a actividades solemnes, mientras que los 31 de diciembre acogerá la patriótica Fiesta de la Bandera.
Entre las acciones previstas para las restantes dependencias, Cobas Avivar refirió el desmonte, tratamiento y montaje de la enorme puerta española de madera preciosa y clavo, la instalación de contrapuertas y contraventanas de cristal exigidas por la climatización centralizada a instalarse, y el cambio de redes sanitarias, hidráulicas y eléctricas.
De igual forma, se restaura el techo de tejas criollas decorativas existente sobre la cubierta de hormigón, se instalará un sistema de iluminación ornamental y se acometerá la pintura. Para realzar su prestancia, tratamiento semejante recibirán en el entorno la Iglesia Catedral, la Casa de Diego Velázquez, el Hotel Casa Granda, el antiguo Club San Carlos y demás edificaciones.
Las más intensas jornadas de trabajo se centran en el Parque Céspedes y sus calles, que cerrados ya a vehículos serán solo de acceso peatonal. En el área se cambian pisos y aceras, son soterradas las redes eléctricas y telefónicas, se sustituye el arbolado, y reciben mantenimiento capital los bancos, jardineras y farolas, antes de abrir el escenario al cercano Festival del Caribe.
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