Por Israel Hernández Planas
Santiago de Cuba, 12 may.— Es el segundo domingo de mayo un día de remembranzas para miles de santiagueros que llegan en silencio hasta el cementerio Santa Ifigenia.
Son generaciones diversas que vienen a compartir apenas un momento con la madre que ya no está. Cada uno enfrenta el recuerdo con solemnidad y agradecimiento.
Así ocurrió también en el sepulcro de Mariana Grajales cuando una representación de cubanos rindió tributo a la Madre de la Patria.
La colocación de una ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba inició el homenaje al que asistieron las principales autoridades políticas de la provincia, integrantes de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, oficiales de la Región Militar Santiago, entre otros.
Con marcialidad acostumbrada mujeres miembros de la Unidad Guardia de Honor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias presentaron también sus respetos en la custodia y reverencia ante la tumba de Mariana Grajales Cuello.
Sobrevino luego la recordación individual cuando los asistentes depositaron una flor sobre la lápida en recuerdo a una mujer cuyos sacrificios de madre por la independencia la hicieron símbolo del amor y la entrega a Cuba.
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