Por Lourdes Palau Vázquez
Santiago de Cuba, 15 may.— El 15 de Mayo de 1955 luego de ingentes esfuerzos por parte de familiares y algunas de las fuerzas progresistas de entonces el gobierno accede a la excarcelación de Fidel Castro y sus compañeros de lucha, aquellos jóvenes que el 26 de Julio de 1953 asaltaron los cuarteles de Santiago y Bayamo en un acto heroico y emancipador.
Desde la cárcel que el líder histórico de la Revolución cubana bautizo como prisión fecunda, fueron varias las acciones que a pesar del duro encierro materializaron los moncadistas, lecturas de libros sobre la vida y obra de héroes nacionales e internacionales como José Martí y Vladimir Ilich Lenin a través de la creación de la academia Abel Santa María y la biblioteca Raúl Gómez García, la reconstrucción del alegato de defensa La Historia me Absolverá, su impresión y distribución clandestina y actos de rebeldía como entonar las notas del himno nacional ante la visita a la prisión de representantes de la tiranía fueron muestras de la continuidad del combate.
Fidel lo confirmaba el propio 15 de Mayo cuando ante la prensa aseguró: "Nuestra libertad no será de fiesta o descanso, sino de lucha y deber, de batallar sin tregua desde el primer día, de quehacer ardoroso por una patria sin despotismo, ni miseria, cuyo mejor destino nada ni nadie podrá cambiar. (…) Los déspotas pasan, los pueblos perduran".
Transcurrido sesenta y cuatro años de la excarcelación de los moncadistas las circunstancias reafirman que se pudo, se puede y se podrá continuar este combate sublime por la libertad de la Patria con antecedentes de una prisión fecunda que acunó héroes de la talla de Fidel y sus compañeros.
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