Palma Soriano, Santiago de Cuba, 26 mar.— Hablar de Medicina en Cuba no es solo referirse a una de las conquistas más grandes de la Revolución, sino acercarse a miles de historias del sector dentro y fuera de Cuba.
Con las campañas de vacunación, iniciadas en 1961 y desde que en 1963 partiera hacia Argelia, la primera brigada médica cubana, se acumulan grandes páginas de amor y solidaridad.
Para los que denigran de nuestros profesionales seria bueno preguntarles ¿qué les hace ir tan lejos a los trabajadores de la salud de Cuba?
La respuesta la han dado muchos: salvar vidas, compartir experiencias, conocer nuevos sistemas de salud y también motivaciones financieras, pero que no están alejadas del espíritu solidario ni de su vocación internacionalista, pues ningún beneficio económico puede resarcir el estar años separados de la familia y enfrentando diversos peligros.
El personal de salud cubano, nace del pueblo, no de élites; es capaz de adaptarse a limitaciones, tiene el espíritu de transformar las comunidades y establecer una relación amistosa con los pacientes.
La verdad esta en cifras, cuántas personas han sido salvadas, cuántas enfermedades enfrentadas, cuántos países azotados por desastres naturales han recibido la mano de los cubanos y eso lo conocen bien los pueblos y es lo que importa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario