Por Luis Sánchez del Toro
Santiago de Cuba, 11 mar.— Los integrantes de la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Alcibíades Blanco Mejías, localizada en el montañoso municipio de Segundo Frente, continúa marcando la delantera entre sus homólogas de la provincia de Santiago de Cuba, en el empeño de cumplir el deber patriótico número uno del campesinado cubano: producir alimentos para el pueblo, como saludo al aniversario 60 de la firma de la Primera Ley de Reforma Agraria, el próximo 17 de mayo.
El colectivo, que ostenta la condición de Vanguardia Nacional, tiene como objeto social la actividad forestal, la cual fomenta en unas 334 hectáreas (ha) donde diversifica sus producciones de viandas, granos, hortalizas, frutales, entre otras actividades, que aseguran unos 39 años como rentable en correspondencia con el cumplimiento eficiente de los principales indicadores de su gestión económica.
La “Alcibíades Blanco Mejías”, perteneciente al Consejo Popular (CP) San Benito, cuenta con alrededor de 38 socios, incursiona en la producción de centro de ceba de cría, con capacidad para 30 cabezas de ganado vacuno, además de incursionar en la producción de carne de cerdo.
Ese colectivo, junto con las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) José Martí y Sabino Pupo, alcanzó la condición de Vanguardias acionales el pasado año. En este histórico municipio que tiene asociados a más de 2 000 cooperativistas y campesinos en 33 estructuras productivas de base se multiplican los esfuerzos y ponen en práctica las estrategias para contribuir al compromiso de entregar al autoabastecimiento municipal las 30 libras de alimentos per cápita por habitante.
Con el objetivo de que el aniversario 60 de la promulgación de la Primera Ley de Reforma Agraria, 17 de mayo de 1959, en la Sierra Maestra, se convierta en una motivación adicional para continuar impulsando el proceso de transformaciones en la actualización del modelo económico cubano y el cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, laboran los afiliados a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en Santiago de Cuba.
En la actualidad, los más de 27 103 anapistas santiagueros, trabajan con disciplina, organización y entusiasmo, elementos fundamentales para materializar los compromisos colectivos e individuales y continuar elevando los niveles productivos, a favor del sagrado cumplimiento del deber patriótico número uno del campesinado cubano: producir para el pueblo, y alcanzar la efectividad de las organizaciones de base.
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