Por Rosalina Tamayo Arañó
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 12 mar.— El primer número de Patria, vio la luz el 14 de marzo de 1892, a ese hecho se dedica el día de la prensa en Cuba.
127 años nos separan de esa fecha, pero su impronta nos indica el camino para la prensa de estos tiempos.
Aquel periódico nació para acompañar a un Partido, circuló para los emigrados y entró a Cuba de manera clandestina. Afrontando riesgos, sirvió para exponer las razones de la guerra necesaria. Como un soldado más, combatió por Cuba, desde la palabra y la acción.
Hoy desde esas mismas raíces, la prensa acompaña a un partido y a todo un pueblo, empeñados en construir una sociedad mejor.
Exponer razones para continuar en la ruta del socialismo, es uno de sus ejes principales.
Y lo es también opinar, debatir, promover el pensamiento, esclarecer, y sacar a la luz todo lo que retarde el propósito noble y justiciero de nuestro proyecto.
Circunscribir el trabajo de la prensa de estos tiempos, en satisfacer la demanda para la cobertura de actos y actividades, es un modo de limitar su verdadero rol, pues la despoja de lo más importante, el vínculo con la realidad, con sus matices y contradicciones.
Tener un espacio para la discusión pública de la realidad cotidiana, donde se promuevan propuestas para cumplir la máxima fidelista de: “cambiar todo lo que deba ser cambiado”, es un ejemplo de lo que le toca a la prensa de hoy, que necesita de mejor acompañamiento en esta lid, para poder ser como “Patria”, un soldado con la palabra y la acción.
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