Por José Raúl Castillo Argüelles
Santiago de Cuba, 8 feb.— Los Leñadores de Las Tunas llegaron a Panamá orlados por una recia ofensiva que era su mejor baza, al menos en el campeonato cubano la solidez de su ataque fue herramienta clave para subir al trono; por añadidura, esta arista fue reforzada de cara a la aventura caribeña y todo hacía pensar que el poder de fuego respaldaría el empeño de victoria.
Sin embargo la realidad ha sido otra y justamente la escasa producción ofensiva ha comprometido los resultados esperados. En tres juegos disputados hasta el momento el equipo cubano ostenta un famélico promedio colectivo de .188 y ha marcado apenas cinco carreras ante el pitcheo de Venezuela y México.
Este jueves la esterilidad con el madero volvió a tener consecuencias, apenas seis imparables en once entradas disputadas evidencian los
problemas para decodificar los lanzamientos del adversario y ello desembocó en una costosa derrota ante los Charros de México con pizarra de 3 carreras por 2 que los pone al borde de la eliminación; pues si hoy los Cardenales de Lara salen triunfantes ante los Charros de México habrán asegurado el pasaporte del Grupo A para la final del certamen.
Dos carreras en la misma primera entrada que permitieron dar un giro temporal al marcador, pues los Charros habían abierto el juego con una anotación a consecuencia de un wild pich de Yariel Rodríguez, fue todo lo que conseguirían los Leñadores ante el quinteto de lanzadores utilizados por la escuadra jalisciense.
Los más curtidos de la nómina, Fréderich Cepeda y Alfredo Despaigne, fueron los autores de los fletes con sendos dobletes consecutivos ante el abridor Manny Barreda.
El abridor camagüeyano no pudo completar siquiera la primera entrada y requirió de un inmediato relevo del avileño Vladimir García quien logró colgarle cuatro ceros consecutivos a los contrarios antes que en la sexta entrada estos pudieran empatarle el juego.
Infield jit de Alonzo Harris, sacrificio que lo llevó a posición anotadora y cohete a la banda derecha disparado por Víctor Mendoza le dieron la igualada a los Charros.
El abrazo se mantuvo de modo persistente hasta la fatídica oncena entrada cuando –ocupaba la lomita el relevista Liván Moinelo- ponche y wild pitch permitieron la entrada en circulación de Dariel Álvarez, luego adelantado a la intermedia mediante sacrificio, a lo que se sumó momentos después una base intencional a Agustín Murillo.
En esa situación llegó al cajón de bateo Ramón Ríos y con lineazo a la pradera central estropeó la táctica y produjo la carrera que a la postre decidió el peleado encuentro.
Del resto se encargó el calificado relevista Sergio Romo –alcanzó la respetable cota de 100 salvamentos en las Grandes Ligas- quien cerró de modo brillante y consagró el triunfo que le dio vida al equipo mexicano, muy comprometido tras dos reveses en sus primeras presentaciones.
Romo (1-0) tiró dos y dos tercios de entrada y ejerció dominio absoluto, sin jits y con tres ponches propinados.
A segunda hora las Estrellas Orientales de Répública Dominicana dejaron al campo a los Cangrejeros de Santurce de Puerto Rico con pizarra de 5 carreras por 4 y dejaron sin opciones a los boricuas que sumaron su tercera derrota consecutiva por lo que la Isla del Encanto deja vacío el trono regional al que ascenderá en breve un nuevo monarca.
Con el choque empatado a cuatro carreras por bando el tercer bate Junior Lake disparó jit impulsor en el cierre del noveno y decretó el triunfo dominicano.
Ganó el relevista Jumbo Díaz (1-0) y perdió, también de relevo, Nicholas Padilla (0-1).
Grupo A: Venezuela 2-0 / Cuba y México 1-2
Grupo B: Panamá 2-0 / República Dominicana 2-1 / Puerto Rico 0-3
Los juegos de hoy serán Panamá-República Dominicana y Venezuela-México
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