Por Kenia Tabares Robles/Foto: José Vladimir Pérez García
Santiago de Cuba, 20 feb.— El proyecto de Constitución de la República de Cuba que el próximo domingo 24 de febrero va a referendo popular ratifica desde el artículo 64 al 70 el valor del trabajo como derecho y deber de los ciudadanos. En un estado socialista de trabajadores que ahora llamamos estado socialista de derecho, la acción de los trabajadores resulta importante.
En diálogo con la prensa, Guillermo Ferriol Molina, Miembro de la Junta Nacional de la Unión de Juristas de Cuba y Presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Laboral y Seguridad Social, señaló en sus primeras reflexiones que “no hay sociedad que se desarrolle sin un trabajo debidamente regulado”.
Y en tal sentido la Carta Magna que ahora se presenta apuntala el trabajo de acuerdo a la realidad del país. Se mantiene este interés como reafirmación de lo que ya estaba estipulado en la Ley de Leyes de 1972, ahora “con nuevas disposiciones como el derecho de los ciudadanos a un empleo digno en correspondencia con su elección, calificación, aptitud y exigencias de la economía y la sociedad”.
Sólo que estos planteamientos, “válidos” para el futuro inmediato necesitan de personas comprometidas con su labor, pero también motivadas por su propio crecimiento y el desarrollo sostenible del país. En este momento de la entrevista Ferriol Molina acotó que “si queremos que el país sea mejor, que la Constitución nos contribuya, tenemos que ser más eficientes, más productivos y más organizados”, un continuo llamado de los máximos dirigentes del país para lograr el desarrollo.
“La conceptualización del modelo económico no se logra de una vez, sino con el aporte de cada uno de los ciudadanos”, recalcó. Hoy cuando las esferas de trabajo en nuestra sociedad son heterogéneas y al sector estatal se suman los trabajadores por cuenta propia, las cooperativas y la inversión extranjera se espera de cada uno su aporte social.
Nuestra economía está lastrada por el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, pero también por la ineficiencia, señaló. “Es cierto que el trabajador quiere salarios superiores, pero se necesita productividad para lograr mejores pagos”.
La nueva Constitución busca que el trabajo juegue un papel esencial en el orden y funcionamiento de la vida de la sociedad, por eso la seguridad social se mantiene como garantía de deberes y derechos.
Las leyes por sí mismas no logran un resultado. Es cierto que ordenan y regulan como ha de ser el desarrollo de cualquier rama de la sociedad. Pero es importante velar porque cada uno cumpla la propia Constitución nos define, manifestó el jurista.
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